La escasez de alimentos y la reducción de la canasta básica que se vende por la libreta de racionamiento, en medio de la creciente inflación, disparan los niveles de pobreza de la sociedad cubana, aseguraron cubanos desde la isla a Radio Martí.
El consumo de alimentos en el país cayó un 66.9 % en el 2022, según datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas e Informática (ONEI), un panorama devastador para la población de la isla, señaló en Twitter el economista cubano Pedro Monreal.
En Holguín, la segunda provincia más poblada del territorio nacional, así se encuentra en este momento el listado de precios de los alimentos básicos en el mercado informal:
Arroz | 190 pesos la libra |
Azúcar | 180 pesos la libra |
Frijoles | 220 pesos la libra |
Un huevo | 50 pesos |
Pollo | 360 pesos la libra |
Boniato | 70 pesos la libra |
Un plátano | 35 pesos |
Malanga | 100 pesos la libra |
Tomate | 70 pesos la libra |
Aceite | 1,400 pesos el litro |
Carne de cerdo | 450 pesos la libra |
“La libra de limón a 250, el chícharo a 80 pesos, la papa a 70 pesos, precios que son realmente exuberantes teniendo en cuenta lo que devenga un trabajador, que los mínimos son hasta 2,500 pesos. Esto es insostenible y brutal”, dijo desde la ciudad de Holguín, Ramón Zamora.
Mientras, en Artemisa cuesta 5 mil pesos la transportación por privados hacia la capital del país, precio que se duplicó luego del inicio de la crisis con el combustible. La escasez de alimentos también afecta a la población.
“Hace dos meses que no dan ni aceite en las bodegas, un poco de arroz y azúcar, ni un grano ni más nada. Así esta Cuba, negro lo que se está pasando”, dijo Martha Domínguez, residente en Güira de Melena, en esa provincia.
En el oriente cubano, la distribución de alimentos se dificulta más. En la provincia de Granma, dos de los mayores complejos agroindustriales (CAI) arroceros han tenido una reducida zafra por problemas con los insumos y la falta de combustible que afectó el regadío.
Desde la zona del Horno, en Bayamo, el agricultor Emiliano González, apuntó que en “Granma, que es la mayor productora de arroz de Cuba, el arroz esta cotizado entre 180 y 200 pesos”.
En La Habana, el gobierno le informó a los transportistas que cuando le corresponda el turno en la cola para cargar combustible, se le avisará por medio de la aplicación de mensajería Telegram. Por otro lado, la oficina de la Administración Tributaria (ONAI) rechazó el pedido de los choferes privados de una moratoria del pago de los impuestos para paliar la afectación del servicio por la crisis energética.
“Estamos entregando la licencia porque es que no hay petróleo y no se puede trabajar, lo que quieren es que tú pagues, como tú vas a pagar si no estás trabajando”, comentó el botero Rafael Alba Macías desde ese territorio.
El martes, las autoridades en la provincia de Santiago de Cuba anunciaron la llegada de 30 mil módulos de alimentos para repartir a las familias más vulnerables. Los módulos consisten de dos kilos de arroz, legumbres, coditos y dos latas de sardinas.
Tras el anuncio, Eldris González Pozo, residente en la capital santiaguera, consideró que la medida no resuelve el problema. “Hoy amaneció la gasolina a 400 pesos un litro en el Mercado informal. Llegaron ahora tres libras de arroz y un poquito de frijoles, más nada”, señaló.
La paralización del transporte es muy aguda en Matanzas, además de los apagones y la escasez de alimentos. Desde Carlos Rojas, en el municipio de Jovellanos, Armado Abascal informó que allí "está a 300 pesos el litro de petróleo", y tampoco hay disponibilidad de transporte. "Aquí no hay nada", afirmó.
Guantánamo no escapa a la crisis, a la que se suma la escasez de agua en la mayoría de los municipios. En la capital provincial, el comunicador independiente Anderlay Guerra Blanco, advirtió que allí no hay alimentos para distribuir a la población, por lo que "la libreta de abastecimiento está quedando como algo obsoleto, con una tendencia a desaparecer que es cada día más real”.
El sector agrícola cubano, entre el acoso que sufren los productores, la mediación de acopio, y la falta de combustible, experimenta una drástica disminución de los alimentos que produce.
“Es una unión de problemas que son los que dan al traste con la situación tan grave que hay en el país. Hay mucha demanda porque cada vez la canasta básica es más pequeña, pero no hay oferta, todo cuesta caro”, concluyó desde La Habana la economista Martha Beatriz Roque Cabello.
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