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Las cifras del hambre en Cuba afloran en medio de reportes estadísticos oficiales


Cubanos hacen cola para comprar huevos en una bodega en La Habana. (Archivo Yamil Lage/AFP)
Cubanos hacen cola para comprar huevos en una bodega en La Habana. (Archivo Yamil Lage/AFP)

Datos oficiales publicados recientemente por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) revelan la crisis continua de la industria alimentaria en Cuba y la incapacidad del Estado para contrarrestarla, en medio de una inflación que ha disparado los precios de la canasta básica.

Para el gobierno de la isla, "parecería que no es una prioridad" encontrar una solución a esta crisis, cuestionó en Twitter el economista cubano Pedro Monreal.


El experto apunta que este "colapso" va más allá de la producción industrial de alimentos, e incluye la oferta nacional de insumos claves para la producción agrícola, como fertilizantes y pienso.

"Todavía no han divulgado los datos agropecuarios de 2022, pero no cabe hacerse ilusiones", advierte Monreal.

En otro hilo en Twitter publicado este lunes, el economista analiza la caída de las ventas minoristas de alimentos en Cuba en 2022, que disminuyeron en -66,9 % cuando se ajustan a los precios de la inflación.


"Las cifras deflactadas de 2022 ofrecen un panorama devastador. Tanto el promedio general como los datos de todas y de cada una de las categorías de alimentos presentan valores muy inferiores a las cifras del año precedente", apunta Monreal.

El experto advierte que una caída anual en dos tercios de las ventas minoristas de alimentos, como la ocurrida en la isla, "no es un asunto menor".

Detrás de las estadísticas, aflora una población mal alimentada por tres razones fundamentales: el desabastecimiento de productos, los altos precios y el bajo poder adquisitivo.

"La enorme contracción en términos “reales” de las ventas de minoristas de alimentos en 2022 revela una dimensión importante del “ajuste” brutal del consumo y del poder adquisitivo agregado en Cuba, con el costo del ajuste concentrado en trabajadores y jubilados", subraya.

En publicaciones anteriores, el economista señaló que el aumento de los salarios y pensiones en la isla no es significativo si se compara con el incremento desmedido de los precios de los alimentos, que tuvieron un aumento interanual de 75%.

Dos docenas de huevos, por ejemplo, cuestan ya 1.800 pesos, más que el ingreso mínimo de un jubilado, de 1,528 pesos mensuales, y un libro de aceite cocinar, entre 1.700 y 1.800 pesos.

Mientras tanto, el gobierno ha manifestado su incapacidad para lidiar con el problema. "Da trabajo alimentar al pueblo como está acostumbrada la Revolución", dijo la semana pasada el ministro de Agricultura Ydael Pérez Brito, en declaraciones sobre la situación actual de la producción de alimentos en el país.

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