Caracas - La confrontación en las calles y entre las instituciones del Estado venezolano se les ha ido de las manos a los factores políticos y tienen al país a "las puertas de una guerra civil" en la que podrían "perder todos", aseguró en una entrevista con Efe el exjefe de contrainteligencia militar Hugo Carvajal.
Su figura fue una de las más cercanas al fallecido presidente Hugo Chávez y su papel en la llamada "revolución bolivariana" fue defendido por el chavismo y el propio Nicolás Maduro cuando a mediados de 2014 fue detenido en Aruba señalado por EE.UU. por narcotráfico y liberado poco después por las autoridades holandesas.
El mayor general, que estuvo al frente del Departamento de Inteligencia por más de siete años en los Gobiernos del fallecido presidente y de su sucesor, reconoció a Efe que el país vive "un conflicto que viene de muchas cosas", y en el que urge una negociación.
El escenario "es el resultado de una economía en crisis" pues "han pasado tres años y todavía no vemos luz en el túnel" y observa que aún no se ha "tocado fondo".
Sin responsabilizar directamente al Gobierno, Carvajal señala que la ola de protestas antigubernamentales, que se han saldado hasta ahora con 100 fallecidos, tiene "una causa bien conocida por la gente".
"Esto tiene unas características especiales, yo veo que a veces no hay ni dirigentes opositores convocándolo, algo espontáneo está pasando allí", dijo y agregó que es "digno de analizar" que los manifestantes "no tienen miedo".
"Eso pudiera intensificar el conflicto, yo digo que estamos en las puertas de una guerra civil, es lo que viene (...) todos los pasos se han ido cumpliendo", advierte.
El militar retirado, que asegura que morirá como chavista, cree que en este punto de la crisis "tiene que haber necesariamente un acuerdo" entre el Gobierno de Maduro y los líderes de la oposición.
Carvajal forma parte de la bancada oficialista del Parlamento que es controlado por la oposición y que ha sido declarado en "desacato" por el Tribunal Supremo.
El exjefe de contrainteligencia militar es un crítico de la Asamblea Nacional Constituyente que es impulsada por Maduro para que se redacte una nueva Carta Magna y se depure el Estado y que debe ser elegida el 30 de julio.
Carvajal opina que la Constituyente "no resolverá los problemas del país".
"Inicialmente cuando escuché el planteamiento, escuché algo que me gustó: 'una vía por el diálogo', (...) pero después avanzan las cosas y veo que la oposición no está allí, entonces, yo digo, no hay posibilidades de negociar nada, qué vas a negociar allí si es una sola parte la que está adelantando el proceso", comenta.
Aunque evade las preguntas directas sobre la legalidad de esta convocatoria, hecha sin consultar a los ciudadanos, dice que no tuvo intenciones de presentarse y agrega: "Tengo escasamente año y medio como diputado y no pienso echarme a un lado, yo estaré ahí hasta el último día que haya que estar ahí".
La disolución de la Cámara, considerada el último reducto de la democracia por la oposición, es uno de los escenarios posibles después de que sean elegidos los constituyentes.
La confrontación entre los poderes públicos, con la neutralización del Parlamento por parte del Supremo y el cúmulo de procesos contra la fiscal general, Luisa Ortega, después de que esta se rebelara contra el chavismo gobernante es, a juicio de Carvajal, la muestra de que "este es un Estado en crisis".
"Si eso no se arregla, nuestra nación va a entrar en una crisis peor que la que tenemos", responde al tiempo que se pregunta cómo pretenden concretar la destitución de la fiscal sin el plácet del Parlamento, un paso requerido por la Constitución.
Aunque la mayoría de las figuras del chavismo cercanas al Gobierno se ha distanciado de la fiscal desde que denunció la "ruptura" del orden democrático de la nación, Carvajal afirma que es su amiga.
"La conozco como una buena profesional, y en los temas jurídicos ella sabe lo que está haciendo, y por ser tan amiga y respetada por mi, respeto su opinión, la considero una mujer chavista, que siempre ha sido chavista", subrayó.
Cuando se le pregunta al diputado si tiene temor de ser cuestionado por su posición crítica, él defiende que no está cumpliendo funciones de Gobierno, que se siente "libre de emitir las opiniones que tenga que emitir en beneficio del país".
"Quiero es estar tranquilo con mi conciencia y mi proceder, no estoy perjudicando a nadie, lo demás me tiene sin cuidado", agregó. Carvajal está convencido de que "el chavismo debe sostenerse en el tiempo", pero que "si obligan al país a ir a un evento extraordinario, perderá el Gobierno y también la oposición".
[Agencia EFE]