Uno de los más reconocidos expertos cubanos en política monetaria y cambiaria internacional, el economista Pavel Vidal Alejandro, declaró el martes en una entrevista compartida en Facebook por la revista El Toque que 10 años después de que se tomara la decisión de unificar las monedas en Cuba “parece que se va a enfrentar esta unificación” cuando no están creadas las condiciones para hacerlo.
“Siempre se decía que habría que esperar el mejor momento, y justamente se va a hacer en el peor momento”, dijo Vidal Alejandro, profesor de Universidad Javeriana Cali, en Colombia. “De todas formas, yo creo que lo peor es no hacer nada”.
El profesor fue invitado por El Toque a hablar del tema en medio de insistentes rumores de que se avecinaba la reforma monetaria y cambiaria y de artículos en la prensa oficial sobre la necesidad de emprenderla. Este jueves, el Banco Central de Cuba emitió una declaración según la cual “no es verídica” la información de que se iniciaría la unificación monetaria el 1ro de octubre.
“En el momento que se adopte esa decisión, se comunicará oportunamente a nuestro pueblo por los canales oficiales”, dice el Banco Central. “Igualmente reitera que con la aplicación de la unificación monetaria no se afectarán el efectivo en poder de la población, ni los saldos de sus cuentas en los bancos”.
Sin embargo, de acuerdo con el análisis de Vidal Alejandro, si la tasa de cambio para quienes tienen ahorros en CUC fuera de 24-25 CUP por cada CUC, sí habría en términos financieros una pérdida del valor de los ahorros.
“No sabemos cuál es la tasa de equilibrio, pero si […] está en 50, que no es desechable, porque ya el peso convertible se había devaluado, estaba casi 1.80, casi dos por dólar; por tanto, una depreciación de 100 por ciento del peso cubano ante esta coyuntura no es irreal…”, dijo. “Entonces, si la tasa de cambio del peso cubano es de 50, y se hace el cambio a 25, se estaría perdiendo la mitad del valor de los ahorros, y yo creo que este va a ser el escenario”.
A mediano plazo la medida va a ser beneficiosa, pero a corto plazo habrá un impacto significativo, según el economista.
“Los ahorros en pesos cubanos y los ahorros en CUC van a tener una pérdida importante”, manifestó el experto. “Todo el que tenga ahorros en pesos cubanos va a sufrir en el corto plazo una disminución del poder adquisitivo en dólares por la devaluación del peso cubano en el mercado informal, y también […] para adquirir bienes y servicios”.
Nadie esperaba que cuando llegara el momento de aplicar el cambio estuviera produciéndose una redolarización de la economía cubana, comentó.
“Nunca esperamos que en el momento en que se tomara la decisión, que fuera el día cero para el ajuste, sobre todo de las tasas de cambio y probablemente la salida del CUC, que […] se iba a estar redolarizando la economía”, dijo el profesor cubano. “Eso nunca se contempló en ningún tipo de propuesta, al menos de las que yo conozco”.
En un artículo publicado el 31 de agosto en la revista de la Escuela de Derecho de la Universidad de Columbia, en Nueva York, ya el economista había descartado que Cuba estuviera ahora en condiciones de emprender una reforma cambiaria.
“La unificación monetaria está descartada en el corto y mediano plazo”, escribió entonces. “Se podrá sacar el CUC y hacer alguna corrección en las tasas de cambio, pero se mantendrá la dualidad CUP/USD”, dijo, refiriéndose al peso cubano y el dólar estadounidense.
Desde 1999, cuando se graduó en la Facultad de Economía de la Universidad de La Habana, hasta 2006, Vidal Alejandro trabajó en la Dirección de Política Monetaria del Banco Central de Cuba. Según dijo el martes a la revista El Toque, esa ha sido su única experiencia fuera del sector académico. Luego terminó su doctorado en dos universidades, la de Oviedo, en España, y La Habana. Formó parte del Centro de Estudios de la Economía Cubana de la universidad habanera entre 2006 y 2012, cuando se fue a la Universidad Javeriana Cali, en Colombia.
Muchas veces el argumento para no enfrentar la reforma monetaria es que no era el mejor momento, recordó el profesor. Ahora, dijo, se debe aplicar una devaluación de la tasa de cambio “que tiene que ser de 20 veces, porque la brecha que hay entre las tasas de cambio es de las más grandes que ha habido en la historia de América Latina de tipos de cambios múltiples; es un ajuste muy significativo”.
Observó que, así como ahora la nueva tasa de cambio devaluaría el peso 20 veces, la establecida a principios de los 90 fue proporcionalmente semejante: el dólar pasó de siete pesos cubanos a 140.
Aun cuando sea en el peor momento, el economista dice creer que afrontar los riesgos de todo el estrés financiero y la inestabilidad monetaria que esto provoca es una mejor opción que seguir posponiendo la reforma monetaria.
“Todos los objetivos que teníamos con la reforma monetaria no se estarán cumpliendo; se van a cumplir algunos, pero otros no, porque probablemente avancemos en la convergencia de tasas de cambio, pero se va a mantener la dualidad monetaria entre el peso cubano y el dólar estadounidense”, explicó.
Fue en respuesta a una pregunta del entrevistador de El Toque, Jose Jasán Nieves, que Vidal Alejandro empezó a referirse a las probables tasas de cambio, insistiendo siempre en la precariedad de esas proyecciones. Incluso, citó un chiste según el cual hay dos tipos de bobos: los que hacemos proyecciones de tasas de cambio, dijo, y los que se las creen.
“Podemos olvidarnos de esas tasas marginales, una para la compra de materiales de construcción, otra para el Mariel…”, respondió el profesor. “Hoy, todavía 30 años después, tenemos la tasa de cambio de los años 80, y esa es la tasa de cambio que necesita una corrección, pero necesita una corrección desde hace muchísimo tiempo”.
La tasa de cambio que asumió CADECA (Casas de Cambio) de 25 pesos por un dólar venía del mercado informal, recuerda Vidal Alejandro, y eso mismo está ocurriendo ahora.
“De hecho hay muchas cosas que vienen sucediendo en 2019, 2020, que tienen un parecido con lo que sucedió en los años 90, en [el año] 91”, dijo. “Por eso algunos economistas estamos diciendo que esto se parece, sin decir que vamos hacia el periodo especial, pero sí hay muchos indicadores que se parecen a la… estamos en un punto intermedio entre el año 90 y el año 91”.
Las empresas estatales han seguido funcionando con la tasa de cambio de los años 80, un peso igual a un dólar, “lo cual significa un tremendo subsidio; lo cual significa una malísima asignación de los recursos financieros, lo cual significa una distorsión tremenda de sus balances financieros, y justamente eso es lo que se quiere corregir”, subraya el experto.
Es necesario un ajuste de los balances de las empresas estatales para que sean mucho más transparentes y reflejen una realidad económica que obviamente no es la de los años 80, y que no sea solo un tema de medición económica, sino que eso implique decisiones económicas, añadió. Habrá entonces muchas empresas que entrarán en perdidas porque efectivamente no son competitivas, y habría que tomar decisiones más allá de la política monetaria: reestructuración, convergencia e incluso cierre de esas empresas.
“Como esto es un ajuste que se ha pospuesto tanto, y hay empresas que viven con la tasa de cambio de los años 80… mira, en el sector de la manufactura hay millones de ejemplos de empresas que no tienen nada de competitivas; entonces hay muchas de estas empresas que van a tener que cerrar”, dijo. “Siempre se ha dicho que para que no aumente de manera significativa el desempleo ante este ajuste cambiario en el sector empresarial estatal, de forma paralela debería dársele más espacio al sector privado y al sector cooperativo, y justamente el ministro de Economía hablaba de estas nuevas intenciones”.
Si eso ocurre de forma paralela, significa una reorganización del empleo, un reajuste del empleo del sector estatal hacia el sector no estatal, indicó.
“Ese sería el tipo de ajuste que esperamos que suceda en una reforma monetaria real, pero bueno, hay que esperar a que salgan los documentos finales con todos los detalles”, subrayó el experto.