Familiares del opositor José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) expresan preocupación por la falta de información tras su arresto, el pasado 11 de julio, cuando junto a su hijo, ya liberado, intentó unirse a las manifestaciones pacíficas en Santiago de Cuba.
La hermana del opositor, Ana Belkis Ferrer, dijo a Radio Martí que las autoridades siguen diciendo a la familia que lo tienen detenido en Versalles, un lugar que ha sido denunciado como un “centro de tortura” de la Seguridad del Estado.
“Los sicarios de la dictadura continúan diciendo que lo tienen en Versalles, pero no hay ninguna prueba real de que esté en Versalles, porque si al menos le dejaran ver en una ocasión, que él diga, sí, estoy aquí, en tales condiciones”, dijo.
Amnistía Internacional criticó duramente la ola represiva en Cuba y exigió la libertad del líder de la UNPACU. Así se pronunció Erika Guevara-Rosas, representante de Amnistía en América Latina:
Entretanto, la familia de Ferrer cree que el opositor pudiera estar en huelga de hambre.
“Él le dijo a Nelva [Ortega, la esposa], el día 11, que de ser detenido se declaraba al instante en huelga de hambre. Y, de estar en huelga de hambre, hoy estaría cumpliendo diecisiete días, y teniendo en cuenta, además, que traía, desde el día 10, un fuerte dolor en el estómago, que estaba teniendo vómitos hasta con sangre. La verdad, es bien preocupante”, explicó la hermana.
Ana Belkis señala que la negativa a dejar que los familiares vean o permitan una llamada telefónica con el líder de UNPACU es un síntoma de “las cosas no están nada bien”.
Agentes de la Seguridad del Estado comunicaron al hijo de Ferrer que este lunes el opositor sería trasladado a prisión, “pero no hay nada seguro, no hay nada claro, ni de dónde está, ni de en qué condiciones está”, subrayó la hermana.
En la misma situación se encuentran otros integrantes de la UNPACU: Yolanda Carmenate Fernández, activista y promotora de Cuba Decide en Las Tunas, y Marieta Martínez Aguilera y Manuel de Jesús Guillén, en La Habana, añadió.
“Aprendimos a conocer a la dictadura, que actúa con cada persona según el peligro que representa para ellos. La verdad, es preocupante, y más sabiendo el odio que ellos sienten hacia José Daniel”, concluyó Ana Belkis.