Familiares de Gisell Villafranco, la joven que se suicidó el 24 de enero pasado tirándose de un octavo piso en el Hospital Miguel Enríquez, antigua Benéfica, en Luyanó, La Habana, aseguran a Martí Noticias que hubo negligencia en la atención médica que recibió, y también señalan al sistema que gobierna en Cuba.
“Porque mi hija tenía esquizofrenia descontrolada y el medicamento que le estaban dando no era para esa enfermedad, ese medicamento la mantenía sedaba, pero no salía de ese paso”, dijo a Martí Noticias José Francisco Santana Cruz, padrastro de la joven.
Tras las declaraciones del familiar, nos comunicamos con la doctora Judith Díaz Linares, parte del equipo médico de la sala de Psiquiatría, donde por quinta vez estuvo internada Gisell Villafranco. Sobre lo expresado por Santana Cruz en relación a los medicamentos que se le suministraron a su hijastra, la médica respondió que no se da información del paciente via telefónica, pero que los hechos no son como se describen.
Según indicó el padrastro de la fallecida, la familia ha pensado en tomar acciones para denunciar la negligencia médica que, en su opinión, existió en el caso.
“Quisiéramos ir al consejo de Estado a dar la queja, pero le aseguro que eso va a ser en vano. Aquí no se resuelve nada” afirmó.
Por su parte, Lázaro Villafranco, padre de la joven fallecida, quien dejó una hija de 3 años de edad, no culpa al personal médico del hospital, sino al sistema político y social que rige en la isla.
“Aquí no hay una buena atención médica, aquí no hay medicamento, aquí no hay higiene en los hospitales, el culpable de eso es el sistema, todo es el sistema. Porque si no hay atención médica, y el médico que te va a atender a ti no sabe cuando llegue a su casa, si tienes que comer o no, ese médico, no puede tener la cabeza en su lugar alta para poder darte una atención médica como es”, manifestó.
Villafranco, quien vive a unos 600 metros del hospital donde ocurrió el hecho, dijo a Martí Noticias que lamenta el tiempo que demoró el personal de Medicina legal en llegar al lugar para recoger el cadáver de su hija, que permaneció horas sobre la placa de un techo del centro de salud.
“Medicina Legal se demoró horas en llegar, horas, horas después, como todo, como todo”, dijo el hombre.
La tardanza en la recogida del cuerpo de Gisell Villafranco fue corroborada a nuestra redacción por un empleado del hospital que prefirió el anonimato. “Desde las 6 de la tarde que sucedio el hecho, a las 11 y pico, fue que se apareció Medicina Legal”.
Según el Anuario Estadístico de Salud de 2022, los suicidios, que el oficialismo insite en llamar lesiones autoinflingidas, disminuyeron en Cuba en 2022, con un 12,9 por cada 100 mil habitantes, en relación con el 2021, año en el que ocurrieron 16 hechos de este tipo por cada 100 mil habitantes.
“¿Cuándo llegará un momento en que estas cosas no sucedan más? Cuándo llegará el momento en que seamos libres? Porque cuando seamos libres, estas cosas no van a suceder más. Ya yo no tengo vida”, cuestionó el padre de la joven fallecida.
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