El partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, formado por exintegrantes de la narcoguerrilla de las FARC, criticó el domingo las recientes declaraciones del presidente colombiano Iván Duque y dijo que Cuba ha sido esencial para "la paz de Colombia y del mundo".
El viernes, Duque advirtió en Miami que si el gobierno cubano valora la relación con Colombia, extraditará a los cabecillas del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que están en la isla, pero si no lo hace, quedará claro que prefiere mantener vínculos con los criminales.
Duque recordó el atentado en el que fueron asesinados 22 cadetes en enero de este año mientras "los cabecillas de esa organización" estaban en Cuba y dijo que los líderes del ELN "no solamente reivindicaron el acto terrorista públicamente", sino que además "conocían del acto terrorista".
"Cuba no puede decir ahora que eran unos señores que estaban hablando de paz, porque si ellos estaban planeando y conocían de actos terroristas en territorio cubano, la única forma en que nosotros entendemos que se puede manejar la relación es que se cumplan las órdenes de extradición y nos entreguen a esos delincuentes, de lo contrario lo que hay ahí sería una validación del acto terrorista por parte del gobierno cubano", dijo el presidente de Colombia durante un conversatorio con el periodista y columnista del Miami Herald Andrés Oppenheimer, celebrado en la Universidad de Miami.
“El gobierno de Cuba ha sido fundamental para la construcción de la paz de Colombia y del mundo”, afirmó en un comunicado la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), que eligió ese nombre para mantener las siglas de la narcoguerrilla y ahora califica de “temerarias y amenazantes” las declaraciones de Duque.
Según la versión civil del grupo guerrillero, el Acuerdo de la Habana se pudo firmar gracias a la cooperación de Cuba y de los demás países garantes y acompañantes.
Durante los 17 meses que duraron las negociaciones entre los representantes del ELN y el gobierno de Juan Manuel Santos, la guerrilla cometió más de 400 atentados, más de 100 asesinatos y más de 10 secuestros, de acuerdo con una investigación del actual gobierno colombiano.
“Eso no es voluntad de paz”, declaró Duque al revelar las cifras en su discurso en Miami.
Después de firmar la paz en noviembre de 2016, el recién creado partido político FARC le pidió a Duque reanudar las negociaciones con el ELN y, según dijeron, “propiciar el sometimiento a la justicia de las estructuras armadas existentes que lo deseen hacer, con el fin de avanzar hacia una paz completa”.
El argumento de FARC para rechazar la solicitud del gobierno de Duque de extraditar a los negociadores del ELN en La Habana se basa en que viajaron a Cuba “bajo la autorización del Estado colombiano y bajo el amparo de los países garantes y acompañantes, tal como lo hizo la delegación de las antiguas FARC en su momento”.
Por eso, dicen, los negociadores deben volver a Colombia bajo las condiciones de los protocolos firmados por las partes.
El partido FARC aprovechó la ocasión para expresar su solidaridad con el régimen de La Habana, y pidió que ambos gobiernos busquen un consenso.
En febrero de 2017, el ELN inició en Quito unas negociaciones de paz con el gobierno de Juan Manuel Santos que en mayo de 2018 fueron trasladadas a La Habana, donde la última ronda de diálogos concluyó sin avances a principios de agosto del año pasado.
Poco después de asumir la presidencia, Duque condicionó la continuidad de los diálogos de paz a que ese grupo deje de secuestrar y libere a las personas que tiene secuestradas.
Desde el atentado con coche bomba que en enero dejó 23 muertos en una Escuela de Cadetes de Bogotá esas negociaciones están en punto muerto, y el gobierno colombiano le pidió a La Habana la entrega de los negociadore de esa guerrilla que están en Cuba.
Con información de EFE