El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) concluyó su visita oficial a Cuba con un discurso en el se limitó a hablar de historia y estrechar lazos con el régimen de La Habana en medio de uno de los momentos más difíciles que atraviesa isla, con las cárceles llenas de prisioneros políticos, y una aguda crisis económica que ha desatado una estampida migratoria.
En un discurso el domingo en el Palacio de la Revolución, AMLO no se refirió en ningún momento a la situación de los derechos humanos en el país caribeño.
El “glorioso” pasado fue el tema principal del discurso del mandatario mexicano, que llegara a La Habana en la noche del sábado, 7 de mayo, a sólo un día de por medio de uno de los más grandes desastres ocurridos en la isla en los últimos cinco años: la explosión en el céntrico Hotel Saratoga, de cuyos escombros aún se están rescatando cadáveres.
Respecto al silencio de AMLO sobre las circunstancias que se viven en el país, Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional, escribió en Twitter: “En visita oficial, López Obrador hace recuento de lo que Cuba FUE, debería hacer recuento de lo que Cuba es bajo un gobierno autoritario que viola los Derechos Humanos del pueblo. Hoy, +700 personas, incluidas menores, están detenidas sólo por ejercer sus derechos”.
López Obrador indicó que el objetivo de su viaje era firmar convenios en materia de comercio, salud, educación y cooperación con la isla.
Sobre la decisión de Estados Unidos de no cursar invitación a Cuba a la próxima Cumbre de las Américas, dijo no estar a favor de las hegemonías. “Que nadie excluya a nadie porque somos países independientes, somos países soberanos y nadie puede situarse por encima de los derechos de los pueblos y naciones”, subrayó.
"Si se excluye, si no se invita a todos, va a ir una representación del Gobierno de México, pero no iría yo... Me representaría el canciller Marcelo Ebrard", dijo este martes el mandatario.
De regreso a México, López Obrador anunció la decisión de volver a contratar un contingente de 500 médicos cubanos, cuyo uso es considerado “mano de obra esclava” por organizaciones defensoras de los derechos humanos y gobiernos democráticos dentro y fuera del continente.
La contratación supliría un déficit de especialistas en México.
“Por eso esta decisión de contratar a más de 500 médicos que van a estar ya trabajando, para que se cumpla con el propósito que hemos hecho de garantizar el derecho a la Salud, atención médica, medicina, estudios y análisis clínicos gratuitos para los que no tienen seguridad social”, dijo el mandatario en una conferencia en el Palacio Nacional a su regreso de Cuba.
Añadió que el acuerdo incluye el envio de estudiantes mexicanos de Medicina a la isla para su formación en diferentes especialidades, y a los que su administración brindará becas. También la importación de vacunas cubanas contra el coronavirus para los niños.
En 2020 Cuba envió a México 585 médicos para apoyar a su aliado latinoamericano durante la pandemia. La decisión fue criticada por galenos y políticos mexicanos, y por activistas cubanos dentro d ela isla que señalaron la crisis sanitaria que enfrentaba el país.
El tema de la migración ilegal, prioritario en su visita a los países del continente a los que arribó antes de su llegada a La Habana, no trascendió en esta ocasión, tal como proyectaron algunos analistas mexicanos, a pesar de los más de 79 mil 800 cubanos que han arribado a los Estados Unidos a través de la frontera Sur con México en los últimos seis meses.
Hasta el mes de marzo habían sido realizadas ocho operaciones de deportación desde México a la isla, que incluyeron a 581 cubanos que realizaban la ruta de países centroamericanos para llegar a Estados Unidos.
