Mariela Castro, hija del general Raúl Castro, ha sido cuestionada por reproducir fragmentos de una publicación que alude abiertamente a la violencia contra activistas cubanos.
La diputada y directora del Centro de Educación Sexual (Cenesex) compartió fragmentos de un texto de Raúl Escalona Abella, presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) en la Facultad de Comunicación de La Habana.
“Mientras la bala no atraviese el cráneo de Tania Bruguera, ni el hormigón rodee el cuerpo sin vida de Otero Alcántara, o las descargas de fusil derriben la pose de la Baró, o los campos de concentración reduzcan a fertilizantes las ‘legiones de opositores’, o el espacio social cubano sea reterritorializado de forma pormenorizada en la continua exclusión, acompañada de un planificado exterminio — a la usanza israelí — , el necropoder evocado seguirá siendo, como dice Carlos Aníbal Alonso, mera fábula”, escribe Escalona en referencia a la reconocida artista, al activista del Movimiento San Isidro, Luis Manuel Otero Alcántara y a la laureada periodista Mónica Baró.
Baró, premio Gabo de Periodismo 2019, criticó en Facebook que la también diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular compartiera “un texto que debería estar condenando” y remarcó que se trata de "la directora del Centro Nacional de Educación Sexual, la hija de la fundadora de la Federación de Mujeres Cubanas”.
"Supongo que piensa que mientras la violencia machista se ejerza contra las mujeres que disienten del gobierno instaurado por su tío y su padre, no hay problema”, escribió Baró.
“Las mujeres que disentimos aparentemente no sufrimos violencia machista, solo nuestro merecido. Aparentemente, no somos ni siquiera mujeres”, apuntó la periodista.
Recientemente, en su intervención ante el Parlamento Europeo, durante la presentación de la canción "Patria y Vida", la multipremiada escritora cubana Wendy Guerra llamó la atención sobre el hecho de que las dos instituciones no gubernamentales que pudieran proteger a las mujeres en Cuba y abordar sus principales problemas están naturalmente ligadas al general Castro.
"La Federación de Mujeres cubanas estuvo liderada por casi 50 años por Vilma Espín, esposa de Raúl Castro y el CENESEX, liderado por Mariela Castro, casualmente hija de Raúl Castro, el presidente del Partido Comunista de Cuba y desde hace 60 años, lo fue su hermano Fidel Castro", declaró la autora de Domingo de Revolución, Nunca fui primera dama o Todos se van, entre otros títulos.
El pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, la poeta y novelista escribió un texto donde califica de despótico al Estado cubano, dirigido por "seres indolentes y amnésicos, machistas y maltratadores".
"Las cubanas no pueden siquiera decidir la ideología de sus hijos, ni la propia, las escuelas, las doctrinas o el modo de conducirse la deciden siempre los hombres, quienes edulcoran y manipulan, parafrasean filosofías en las que no creen, instrumentando así doctrinas obligatorias con las que solo consiguen desarmarnos, bajar nuestras cabezas, amarrarnos en nombre de una utopía diluida en arena y sal", escribe Guerra.
En su comentario publicado en redes sociales la autora reconoce que miles de cubanas se rebelan hoy día contra el machismo.
"De mi isla no se puede salir o entrar sin permiso, no tenemos su beneplácito para hablar, pensar o actuar sin el consentimiento de un Estado despótico, oculto en el verde uniforme de un falso Peter Pan, decadente y díscolo, que ni crece ni deja crecer, hace su propia vida a costa de postergar la nuestra, la de nuestros hijos, padres y abuelos. Nos apalea, silencia, apresa, acosa y culpa calificándonos de provocadoras, justificando los maltratos que nos propinan, inculpadas de mentirosas y mezquinas por decir que Nunca Jamás no es el paraíso que James Matthew Barrie escribió para los Niños Perdidos, aquel donde la infancia era un viaje lúdico y encantador donde crecer era aprender a escuchar a los otros", escribe Guerra, una de las firmantes de la declaración La violencia de género: “la pandemia silenciosa”, que alerta sobre la necesidad urgente de legislaciones que protejan a las féminas ante este flagelo.
También la plataforma de defensa de los derechos de la mujer YoSíTeCreoenCuba, denunció en un comunicado el aumento de la violencia machista del Estado y su sistema de instituciones.
El grupo reconoce un incremento de la violencia institucional “con sesgo de género contra familiares, parejas, ex parejas y descendientes de activistas y periodistas independientes”.
La plataforma alerta que el control y hostigamiento por discriminación política tiene un "lamentable sentido y enfoque machista".
El texto calificó como "terrible, colonizador y machista" el hecho de que integrantes de la FMC participen de actos de acoso y discursos de odio, portando su bandera, cuando debería ser la organización que apoye a todas las mujeres cubanas.
