El presidente de Bolivia Luis Arce denunció este miércoles movimientos irregulares de miembros del Ejército, mientras efectivos militares cerraron por algunas horas la plaza Murillo, en La Paz.
El general Juan José Zúñiga, quien ha sido señalado como líder del asalto militar, en declaraciones a las prensa a su llegada a la sede del gobierno dijo que la operación fue coordinada con algunas unidades policiales y descartó enfrentamientos con la población.
“Va a haber un nuevo gabinete, no puede seguir más así nuestro país (...) No puede seguir más así nuestro país, haciendo lo que les da la gana. Estamos mostrando nuestra molestia", anunció el general, quien prometió "recuperar" la patria.
Zúñiga es parte de los detractores de un eventual regreso del líder de izquierda Evo Morales a la presidencia boliviana, que ya ocupó entre 2006 y 2019.
El diario boliviano La Razón informó que Zúñiga abandonó horas después la Plaza Murillo.
"Se fue en su tanqueta, mientras los otros motorizados militares también dejaron el lugar, tras la posesión del presidente Luis Arce a un nuevo Alto Mando Militar", indicó el periódico, especificando que se trata del nombramiento de los generales José Sánchez Velásquez como comandante del Ejército; Gerardo Zabala Álvarez, de la Fuerza Aérea, y Renán Guardia Ramírez, de la Armada.
El presidente Arce, rodeado de su gabinete, aseguró más tarde en un mensaje televisado que estaban "firmes para enfrentar todo intento golpista".
"Queremos exhortar a todos a que defendamos la democracia y aquí estamos en Casa Grande con todo el gabinete, con nuestras organizaciones sociales. Las saludamos, a las organizaciones sociales, y las invitamos cordialmente a que nuevamente muestren la democracia al pueblo boliviano", afirmó.
En los sucesos de este miércoles los militares lanzaron gases lacrimógenos en las cercanías de la Plaza Murillo, como evidencian varias imágenes. Algunos efectivos ingresaron al Palacio Quemado, sede del gobierno, forzando la puerta con un vehículo blindado.
En un inicio Arce se había referido en la red social X a que lo ocurrido eran “movilizaciones irregulares de algunas unidades del Ejército Boliviano" y dijo que "la democracia debe respetarse”.
Mientras que su vicepresidente, David Choquehuanca, y otros funcionarios del gobierno alertaron que se trataba de un Golpe de Estado.
“Desde hace una hora, comandantes de divisiones, instruyen a comandantes de regimientos a retornar inmediatamente a sus cuarteles para esperar nuevas disposiciones (encuartelamiento). Esto levanta muchas sospechas del movimiento militar en Bolivia”, escribió en esa misma red social el expresidente Morales, quien aspira a postularse a las elecciones generales de 2025.
Esta misma semana Zúñiga fue destituido como jefe del Ejército tras afirmar que Morales no podía volver a ser presidente y mencionó la posibilidad de detenerlo.
"Llegado el caso no permitiré que pisotee la Constitución, que desobedezca el mandato del pueblo”, dijo el general en una entrevista televisiva.
El 22 de junio, la ministra de la Presidencia de Bolivia, María Nela Prada, acusó a Morales de intentar generar una crisis estructural para acortar el mandato del presidente Arce e imponer su candidatura.
"Evo Morales está dispuesto a bloquear nuestra economía y a convulsionar nuestro país para imponer su candidatura, a las buenas o a las malas como él mismo ha dicho. Esto con el objetivo de crear un escenario de crisis estructural, económica, política, social e institucional, para acortar el mandato del presidente Lucho (Luis Arce). Así como se pretende descabezar al Órgano Judicial de manera inconstitucional, se pretende hacer lo mismo en otros órganos del Estado", afirmó la ministra Prada.
Los acontecimientos de este miércoles generaron numerosas reacciones.
La Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos condenó lo sucedido.
"El Ejército debe someterse al poder civil legítimamente elegido. Enviamos nuestra solidaridad al Presidente de Bolivia Luis Arce Catacora, su Gobierno y todo el pueblo boliviano. La comunidad internacional, la OEA y la Secretaría General no tolerarán ningún quebrantamiento del orden constitucional legítimo en Bolivia o cualquier otro lugar", escribió el secretario general Luis Almagro mientras asistía a la Asamblea General del organismo hemisférico en Paraguay.
"Estamos siguiendo de cerca la situación en Bolivia. Rechazamos cualquier intento de derrocar al gobierno electo y pedimos el respeto al orden constitucional", declaró la Embajada de Estados Unidos en La Paz.
Desde Chile, el presidente Gabriel Boric también manifestó preocupación. "Expresamos nuestro apoyo a la democracia en el hermano país y al gobierno legítimo de Arce. Condenamos enérgicamente la inaceptable acción de fuerza de un sector del ejército de ese país. No podemos tolerar ningún quebrantamiento del orden constitucional legítimo en Bolivia o en cualquier otro lugar", afirmó.
En Cuba, el gobernante Miguel Díaz-Canel se refirió a los sucesos como un "intento de Golpe de Estado en marcha".
"Indigna el atropello a la democracia y al pueblo boliviano que muestran las imágenes de medios internacionales", manifestó.
Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad dijo que el bloque de naciones que él representa "condena cualquier intento de quebrantar el orden constitucional en Bolivia y derrocar a gobiernos elegidos democráticamente".
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