Ocho cubanos fueron interceptados el viernes por las autoridades mexicanas de Progreso (Yucatán) después de que arribaran en un bote por mar y se encontraran deambulando por las calles de esta localidad.
Según indica el diario La Real Noticia, llegaron a tierra firme por mar sin que ningún guardacostas los detectase.
La única mujer del grupo, que se encontraba con su pareja, tuvo un problema de salud y tuvo que solicitar ayuda médica, momento en el que la Policía Municipal recibió la solicitud de auxilio y envió una ambulancia para que le prestara atención. En ese momento las autoridades conocieron que se trataba de un grupo de ocho cubanos y procedieron a su búsqueda hasta localizarlos.
Todo ellos salieron el 21 de diciembre de Isla de la Juventud, en dirección a Cancún, Quintana Roo, desde donde tenían pensado seguir camino a Estados Unidos cuando fueron detenidos por elementos de la Policía de Progreso. Los vientos del “norte” que azotaban la Península en esos momentos hicieron que la embarcación se desviara de su ruta.
El grupo, en el se encontraba una mujer embarazada, navegaba a bordo de una embarcación de fabricación casera sin que la Secretaría de Marina Armada de México ni la Administración Portuaria Integral (API) se percatara del hecho, aunque pasaran frente a su terminal. Desembarcaron junto al conocido Muelle de Chocolate de esta localidad y después se internaron en calles de Progreso.
Según relata este diario mexicano, los cubanos llevaban ya dos horas en este puerto y habían recorrido las calles del centro y el parque principal buscando alojamiento y comida para reponer fuerzas tras su travesía.
El director de la Policía Municipal, Carlos Eduardo Flores Moo, dio a conocer que todos ellos fueron asegurados y trasladados a un lugar donde recibieron atención médica y se les colocó suero para cuidar por su salud. Posteriormente el Instituto Nacional de Migración (INM) fue informado de los hechos para proceder al traslado de los cubanos a la ciudad de Mérida.