La visita programada a China de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos debe cumplir con las mínimas normas para ser digna de consideración, destacaron Human Rights Watch (HRW) y otros 59 grupos.
Dichos grupos instaron a la Alta Comisionada, Michelle Bachelet, a que tome las medidas que fueren necesarias para evitar que el gobierno de China manipule la visita, anunciada para mayo de 2022.
"El gobierno de China no ha dado ninguna indicación de que se permita que la Alta Comisionada de la ONU vea cualquier cosa que China no quiera que vea", declaró Sophie Richardson, directora para China de Human Rights Watch. "No debe fallar a las víctimas de crímenes de lesa humanidad y otros graves abusos, permitiendo que las autoridades chinas manipulen su visita."
Bajo el disfraz de su campaña de 2014 "Golpear fuerte al extremismo", el Gobierno de China ha cometido violaciones generalizadas y sistemáticas de detención masiva, tortura, persecución cultural y otros delitos contra la etnia Uigur y miembros de otros grupos turcos en Xinjiang, que equivalen a crímenes contra la humanidad, precisó HRW.
Bachelet anunció que su oficina había tratado de lograr una visita sin restricciones a la región Uigur en septiembre de 2018. Desde entonces, las autoridades chinas han logrado aplazar, retrasar o negar a la ONU un acceso significativo a la región.
En septiembre de 2021, Bachelet declaró al Consejo de Derechos Humanos de la ONU que su oficina estaba "finalizando su evaluación de la información disponible sobre denuncias de graves violaciones a los derechos humanos en esa región, con intenciones de darla a publicidad".
La oficina de Bachelet aún no ha publicado su informe y en marzo informó al Consejo de Derechos Humanos sobre su intención de visitar China en mayo, sin aclarar cuándo o si se publicará el informe de su oficina, indicó HRW.
Además de publicar su informe, los 60 grupos instaron a Bachelet a garantizar que las reuniones con defensores de los derechos humanos en China se lleven a cabo de manera segura, que sus acuerdos con el Gobierno de China sean transparentes y que se cumpla con los mínimos requisitos, para que la visita sea sin restricciones, entre otras consideraciones.
Bachelet sería la primera Alta Comisionada de la ONU para los derechos humanos en visitar China desde 2005.
"Sin una ambiciosa y firme agenda de actividades para promover los derechos humanos en China, la visita de Bachelet corre el riesgo de habilitar a los abusadores y no a sus víctimas", dijo Richardson.
"Bachelet, debería dejar un legado como… alguien que se enfrentó a Beijing y no como alguien que decepcionó a quienes sufren bajo la tiranía comunista", añadió.