Políticos y líderes de organizaciones del sur de Florida enviaron una carta al presidente de Estados Unidos Joe Biden mencionando que la reanudación del envío de remesas a Cuba es un "asunto urgente sin importar las inclinaciones políticas".
La misiva enviada a la Casa Blanca fue firmada entre otros por el alcalde de Coral Gables, Raúl Valdés-Fauli; Liliam López, presidenta de la Cámara de Comercio Hispana del Sur de Florida; Álvaro Saralegui, jefe de Iniciativas Hispanas de Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL); Guillermo J. Grenier, presidente del Departamento de Estudios Globales de la Universidad Internacional de Florida (FIU) Freddy Balsera y Sonia Díaz, presidente ejecutivo y vicepresidenta senior, respectivamente, de Balsera Communications, y Ricardo Morales vicepresidente senior de Pacific National Bank.
Los firmantes afirman que "el canal de remesas fue un sistema que realmente funcionó bien en la Isla" y que se han producido durante más de 20 años "llevando fondos muy necesarios para aumentar los ingresos de los hogares, especialmente a la luz de las dificultades económicas debido a la COVID-19".
La carta considera que se ha subestimado o desconocido el esfuerzo de cubanos "para enviar dinero a un ser querido para bienes y servicios esenciales de uso diario" y estiman que anualmente eran transferidos entre 2.000 y 4.000 millones de dólares a la isla.
El 22 de noviembre de 2020 Western Union realizó sus últimas operaciones de envíos a Cuba, en cumplimiento de sanciones impuestas por la Administración de Donald Trump pues la empresa funcionaba desde el 2016 a través del socio comercial cubano Fincimex, incluida desde junio del 2020 en la "lista negra" de empresas con las que los estadounidenses deben abstenerse de hacer transacciones. |
La pasada Administración consideró entonces los militares cubanos, sacan una tajada de las remesas y mantienen el monopolio en la recepción de los envíos de dinero a través de la financiera FINCIMEX, y que fuerzan a los cubanos a que usen el resto del dinero que reciben de sus familiares en el exterior para "comprar alimentos a precios recargados" en tiendas en divisas propiedad del Estado.
También la Administración Trump impuso en octubre de 2019 límites en el envío de remesas a Cuba ( $1,000 por persona cada tres meses) y determinó que el destinatario no podía ser funcionario del gobierno, ni miembro del Partido Comunista.
La carta enviada el martes asegura que "los Gobiernos no se ven perjudicados por estas políticas, ni las grandes empresas, ni los militares cubanos sufrirán; las verdaderas víctimas son las personas. El pueblo cubano sufre mucho y este hecho merece nuestra atención".
Según una encuesta de FIU de 2020, citada por la agencia EFE, aproximadamente el 50 % de los cubano-estadounidenses del condado de Miami-Dade envía dinero regularmente a la isla.
La carta a Biden indica que cualquiera que sea la opinión política, los cubanos están interesados en apoyar a sus familiares y amigos en la isla.
"Puede que tengan aversión al gobierno cubano, pero esto es independiente de su deseo de cuidar a una familia que necesita fondos con urgencia, detalla la universidad", explican los firmantes.
Biden criticó las restricciones a las remesas desde sus días como aspirante a la Oficina Oval.
En septiembre pasado, el entonces candidato presidencial demócrata durante una entrevista con NBC 6 prometió que revertiría los límites en el envío de remesas a la isla impuestos por la actual Administración y criticó las políticas del republicano que a su juicio han causado daño a los cubanos y sus familias y "que no tienen nada que ver con la democracia y los derechos humanos".
"Creo que ningún gobierno debería intervenir en que los cubanoamericanos ayuden a familiares y amigos en Cuba. Revertiré la reciente decisión de Trump de limitar las remesas a la familia cubana", declaró en aquella ocasión.
La semana pasada en su conferencia de prensa diaria, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, señaló que "un cambio en la política sobre Cuba no está actualmente dentro de las prioridades del presidente Biden, pero estamos comprometidos en hacer de los derechos humanos un pilar central de nuestra política".
Con la llegada de Biden a la Casa Blanca han surgido numerosas iniciativas que buscan recomendarle cuáles serían las mejores vías de establecer una política hacia Cuba: algunas apuestan por retomar el "deshielo" iniciado por la Administración Obama y otras por mantener la política de mano dura hacia el régimen y sus instituciones militares emprendida por la Administración Trump.