Personalidades y organizaciones pidieron en una carta abierta al presidente estadounidense Joe Biden que levante las sanciones a la isla impuestas durante la administración de Donald Trump y comience una nueva era de deshielo con La Habana.
"Presidente Biden, comience a desmantelar el sistema de sanciones que continúa afectando al pueblo cubano", instan los firmantes de la misiva que publica “La Joven Cuba”, un blog que se presenta como un foro para lograr un “socialismo democrático” en la isla, y que aspira a "alcanzar una democracia socialista con un estado de derecho robusto".
Los firmantes instan a Biden a cumplir su promesa de campaña de "revertir las políticas fallidas de Trump que infligen daño a los cubanos y sus familias", y señalan que una normalización de las relaciones "beneficiará al pueblo cubano que enfrenta circunstancias económicas y humanitarias.
En el documento, entregado por correo electrónico a la Casa Blanca y la Embajada estadounidense en La Habana, se reconoce que "Estados Unidos no es el único responsable de los problemas que enfrenta el país", aunque -señala la carta- "las sanciones económicas, financieras y comerciales que nos han impuesto durante 59 años han hecho muy difícil superarlos en sus dimensiones económica y política".
Washington ha dicho que está revisando la política hacia Cuba y las decisiones tomadas en la administración anterior, incluida la de designar al régimen de La Habana como estado patrocinador del terrorismo, pero ninguna medida ha sido anunciada hasta ahora.
Organizaciones opositoras y legisladores cubanoamericanos han manifestado su preocupación de que Biden retome el acercamiento “incondicional” con La Habana de su antecesor demócrata Barack Obama, y revierta las sanciones económicas impuestas por Trump.
La congresista María Elvira Salazar dijo este martes en Twitter que la posibilidad de que Biden levante las sanciones contra Cuba “no solo es repugnante y espantoso, es profundamente ofensivo para nuestra comunidad de víctimas del brutal régimen de Castro”.
Salazar presentó al Congreso el proyecto de Ley “The Force Act”, una iniciativa que condiciona la salida de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo hasta que cumpla los requerimientos de la Sección 205, de la Ley Libertad:
- Liberar a todos sus presos políticos y permitir que las organizaciones internacionales de derechos humanos competentes investiguen las cárceles cubanas.
- Transición del régimen de Castro a un sistema que garantice los derechos del pueblo cubano a expresarse libremente.
- Comprometerse a realizar elecciones libres y justas.
El senador Marco Rubio, republicano por Florida, ha dicho que hará “todo lo posible para impedir cualquier nombramiento de individuos en el senado”, que estén a favor del acercamiento de la administración Biden con la dictadura cubana.
En entrevista con la cadena de televisión hispana Telemundo51, Rubio agregó que también abogará para que no se aprueben, ni lleven a cabo, "medidas que hagan un gran daño a la causa de la libertad de Cuba”.
El senador cubanoamericano señaló en un comunicado en enero pasado que Biden deberá decidir si continuará la política de Trump de ponerse del lado del pueblo cubano u optará por la de otorgar a La Habana legitimidad internacional.
“Nuestra política hacia Cuba se rige por dos principios. En primer lugar, el apoyo a la democracia y los derechos humanos, que será el núcleo de nuestros esfuerzos. En segundo lugar, los estadounidenses, especialmente los cubanoamericanos, son los mejores embajadores de la libertad en Cuba. Así que revisaremos las políticas de la administración Trump (…) con el fin de asegurarnos de que nuestro enfoque esté alineado con eso”, dijo el 28 de enero la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
Opositores como la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, han alertado al presidente estadounidense sobre las condiciones que debería exigir su administración si valora retomar las relaciones con La Habana.
La opositora advirtió a Biden que "con el régimen cubano no se negocia", y de hacerlo, "tiene que haber condicionamientos", como la libertad inmediata para todos presos políticos, el cese de la represión contra los opositores y el pueblo cubano, elecciones libres y plurales sin coacción y el respeto a los derechos humanos, entre otros.