"Intervención militar ya", decía el cartel de un manifestante. "No estoy pidiendo un golpe (de Estado), sino una intervención constitucional para llamar a nuevas elecciones limpias, sin urna electrónica, sin la manipulación del Partido de los Trabajadores. ¡Que se vayan todos para Cuba!", dijo a AFP Rita Souza, una productora televisiva que junto a más de un millón y medio de brasileños protestaron este domingo pacíficamente en todo el país contra Dilma Rousseff, la presidenta socialista y aliada del régimen de Raúl.
La mayor protesta tuvo lugar en Sao Paulo, donde se manifestaron un millón de personas, según la policía, en su mayoría vestidas con la camiseta amarilla y verde de la selección brasileña como en el resto del país.
Más de medio millón de personas se manifestaron en otras 83 ciudades de Brasil, en protestas que igualaron las espontáneas marchas callejeras de junio de 2013.
Parte de los manifestantes reclamaron la destitución de la Presidenta, que comenzó su segundo mandato de cuatro años hace menos de tres meses, tras ser reelecta por un margen de apenas 3%.
Y muchos pidieron incluso una intervención militar que ponga fin a más de 12 años de gobierno del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), que consideran coaligado al eje antidemocrático de los países del ALBA, especialmente al régimen cubano.
"Hoy somos miles y miles de personas que pedimos el 'impeachment' de Dilma Rousseff. El Gobierno está en una situación lamentable", dijo a AFP Rubens Nunes (de 26 años), asesor jurídico del Movimiento Brasil Libre, uno de los grupos que organizó la protesta en las redes sociales, desde lo alto de uno de los grandes camiones que lideraban la marcha en Sao Paulo.
Unas 50.000 personas marcharon hacia el Congreso en Brasilia, según cálculos de la policía. El hartazgo de la corrupción parecía ser la amalgama de muchos manifestantes que reclamaban desde un golpe militar hasta la protección del Acuífero Guaraní, mientras marchaban en familia, sacándose selfies sin parar con sus teléfonos y comprando agua de coco o gafas de sol a vendedores ambulantes.
La avenida frente a la famosa playa de Copacabana en Río de Janeiro fue ocupada por unas 15.000 personas –según la policía–, que coreaban "¡Fuera Dilma, fuera PT!" y juntaban firmas para destituir a la Presidenta.