A 50 días de castigo en una celda aislada, la presa política María Cristina Garrido Rodríguez publicó una carta dirigida al pueblo de Cuba en la que reitera que no claudicará a pesar de los castigos que está recibiendo, y describe el horror que vive en la cárcel por órdenes de la policía política.
Garrido Rodríguez, miembro del Partido Republicano de Cuba, está presa en la cárcel de mujeres del Guatao por su participación en las protestas del 11 de julio, en el poblado de Quivicán, Mayabeque, ya con petición fiscal de 15 años de prisión por los supuestos delitos de “atentado”, “desacato”, “desobediencia” y “desorden público”.
“Ella pudo sacar una carta mandándole un mensaje a todos los cubanos, y también le describe al pueblo cubano todo lo que le está sucediendo en ese centro penitenciario. Desde el día 12 de noviembre ella se encuentra en celda de aislamiento por órdenes de la Seguridad del Estado, con mala higiene", dijo a Radio Martí su esposo, el también activista Michael Valladares, quien la visitó este miércoles en prisión.
Según Valladares, el tubo del que su esposa toma agua para bañarse queda a tres dedos del piso, y de ahí "tiene que coger el agua con un jarrito y así llenar el cubo".
La activista "está en una celda donde no le da el sol, tampoco hay ventilación, y con tremenda humedad, razón del padecimiento que ahora sufre del nervio ciático".
Garrido Rodríguez ya lleva más de 20 días con dolores, pero el esposo asegura que ningún médico va a verla.
"Aquello es como un cementerio. Le están dando una llamada telefónica cada 15 días y sólo le permiten hablar tres minutos”, contó Valladares, quien asegura que el ensañamiento con la detenida se debe a sus denuncias desde prisión. El opositor alerta que, tras la publicación de esta carta, espera más castigos en contra de su mujer.
“Con la primera carta que ella sacó fueron (a verla) los oficiales del penal por órdenes de la Seguridad del Estado, y le dijeron que permanecería en esa celda aislada por tiempo indefinido, porque el problema es que ella no se deja doblegar. Entonces, por esta segunda carta que ella me entregó ayer miércoles, seguramente la seguirán castigando y la dejarán por más tiempo en la celda de aislamiento”, concluyó.
A continuación, reproducimos el texto íntegro de la carta:
"Carta de María Cristina Garrido Rodríguez para sus amigos desde la prisión de El Guatao"
"Comienza otro año, Siempre más penúrico e incierto que los anteriores. Cada año llega con una nueva miseria como un pronóstico acertado de lo que serán las próximas calamidades. Siempre escribo unas palabras cuando comienza otra supervivencia de 365 días para los cubanos y aunque tengo que escribir por intervalos porque estoy enferma, mantengo el mismo aplomo que años anteriores. Está nueva carta lanzada a ustedes será el motivo ininterrumpido que usará la seguridad del Estado para mantenerme confinada en esta celda, en la que llevó 5O días. Pero ¿Qué me harán que no me hallan hecho ya? ¿Qué me quitarán que no me hallan quitado ya? Ellos odian la libertad, las palabras valientes, al hombre determinado, la perseverante razón que hay en mí, y yo amo todo lo que poseo. Porque no tengo nada de qué avergonzarme.
La seguridad del estado me castiga por cada letra que escribo pero Yo no puedo dejar de respirar, me asfixia tragarme el duro impulso de expresión que me sostiene y además no puedo permanecer inmutable ante mis propios problemas. La larga estancia en esta gélida celda y las precarias condiciones a las que son imposible de adaptarse, me traen fuertes dolores de columna y nuevas gripes. Decidí dormir en la tabla y abandonar el colchón de guata lleno de irregularidades culpable de mí invalidez. Apenas puedo caminar derecha ni sentarme porque un corrientazo doloroso me recorre la cintura y las piernas, es el nervio Ciático. No me puedo agachar a coger agua puesto que esta sale por un agujero a cuatro dedos del piso que cae sobre la misma letrina. Esa es el agua que debo tomar y recoger muy lentamente para llenar el cubo. Todas las mujeres que llegan nuevas se asombran de semejante chapucería y falta de higiene. Siempre hay frío aunque mire el lejano sol por la celosía, Ya está haciendo efecto sobre mis huesos. Todo esto sé que permanece porque aún no me doblegan, quieren impedirme a toda costa que siga denunciando y que este rodeada de las reclusas para que no les hable de mis ideas, como si ellas estuvieran ajenas a la realidad. Quisiera escribir más pero la punzada es una espina constante en mi espalda. Al pueblo dé Cuba les deseó que se le cumplan sus gritos como aquel qué aún escucho en la voz de mis Coterráneos: Libertad para los cubanos.
Gracias al amor de Jesús Cristo quién es mí Victoria.
Un fuerte abrazo de patria libre a mis amigos y a los que he de conocer .
Patria y Vida, abajo la dictadura!
María Cristina Garrido Rodríguez del Partido Republicano de Cuba y la
Fundación Vueltabajo por Cuba."