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Semántica ruso-soviética en Cuba para contrarrestar condena a la invasión rusa en Ucrania


Un artículo en la prensa cubana acusa a Ucrania de incendio en planta nuclear.
Un artículo en la prensa cubana acusa a Ucrania de incendio en planta nuclear.

El mismo 22 de febrero, horas antes de la entrada de las tropas rusas por diferentes puntos de la frontera ucraniana, la cancillería cubana oficialmente acusaba a Estados Unidos de estar “manipulando a la comunidad internacional sobre los peligros de una «inminente invasión masiva» a Ucrania”. Y concluía que, basado en esta manipulación, se inició una “campaña propagandística antirrusa”.

Tras la visita del canciller polaco Zbigniew Rau a Moscú, el 15 de febrero, a una semana de la invasión, los titulares de la prensa cubana abundaban sobre el “terrorismo informativo” de Occidente contra Rusia por las denuncias de la concentración de tropas rusas en la frontera con Ucrania. Desde entonces, como ejemplos de rusofobia o antirrusas son consideras por los medios de prensa del régimen cubano las sanciones aplicadas en los últimos días contra la Federación Rusa por la invasión a Ucrania.

El titular de Granma del viernes, 4 de marzo, afirmaba que los “nacionalistas ucranianos” eran los culpables de los ataques y fuego en la central nuclear de Zaporozhie, tomando como fuente de la información un reporte del Ministerio de Defensa de Rusia y su portavoz, el general Ígor Konashénkov.

Otras noticias del conflicto tenían como referencia a la llamada Agencia de Noticias de Donetsk (DAN), Sputnik y Russia Today (RT). Ampliamente era divulgada la medida de la Duma rusa firmada ese mismo día por Vladimir Putin para penalizar y condenar lo que consideran “difusión de información falsa sobre las acciones de las Fuerzas Armadas rusas y por la incitación a nuevas sanciones contra el país”. También se detallaba la cantidad de la multa a pagar y los años de “trabajos forzados”, que pueden llegar hasta 15, de incurrir en la violación de esa ley.

Los periodistas de los medios oficialistas en la isla solo utilizan la fraseología del Kremlin de “operación militar especial” de Rusia en suelo ucraniano para mencionar la invasión rusa, tal como requiere Putin.

Los videos y las publicaciones en redes sociales que son insertadas en los artículos de Granma provienen de RT. De Telesur proviene la información sobre el acceso a los barcos rusos al Canal de Panamá.

Calificativo de "rusofobia" a las medidas adoptadas en Occidente contra RT y Sputnik.
Calificativo de "rusofobia" a las medidas adoptadas en Occidente contra RT y Sputnik.

En los Podcast que se emiten desde Cubadebate no faltan las referencias a una “rusofobia galopante”. Radio Habana Cuba tenía como titular “Rusofobia extendida” para el comentario sobre la expulsión de Rusia y Bielorrusia de los eventos deportivos por la agresión a Ucrania.

Los periodistas oficialistas utilizan también los blogs gubernamentales para hacer un paralelismo entre lo que consideran actual rusofobia y el antisovietismo de la época de la URSS.

Para el Kremlin, la semántica siempre ha sido un instrumento de la propaganda. Colegas de Radio Europa Libre/Radio Libertad recopilaron con sapaciencia los nombres que las autoridades del Kremlin han utilizado para nombrar las invasiones que han lanzado contra vecinos en los dos últimos siglos.

Desde 1939, cuando en septiembre de ese año invadieron el este de Polonia y le llamaron “Campaña de liberación del oeste de Ucrania y Bielorrusia”; la invasión a Finlandia y posterior guerra con ese país, a la que llamaron “Campaña de liberación de Finlandia o “Batalla contra los blancos fineses”. La invasión a Hungría, en 1956, que fue denominada por el Kremlin “Operación Vórtice - Deber internacional de proteger los logros socialistas”, y lo mismo en 1968 contra Checoslovaquia, con la llamada“Operación Danubio – Deber internacional de proteger los logros socialistas”.

En 1967 y 1973, la ayuda a Egipto y Siria en sus guerras contra Israel fue presentada como “Ayuda internacionalista”. Ese mismo epíteto era utilizado en 1979 para entrar en Afganistán. Ya en época rusa, la Primera Guerra en Chechenia (1994-1996) fue nombrada “Operación para restablecer el orden constitucional en Chechenia”; y la Segunda Guerra (1999-2009) “Operación antiterrorista en el Cáucaso del Norte”. La participación en la guerra civil de Siria, que data desde el 2011 hasta el presente, tiene el nombre, por parte del Kremlin, de “Operación contra organizaciones terroristas armadas internacionales en Siria”.

Las invasiones a ex repúblicas soviéticas en el siglo XXI fueron, primero a Georgia, en el verano del 2008, bajo el nombre de “Exigencia a Georgia para la paz” y, en el 2014, la ocupación de la península de Crimea se llamó “Operación especial para el retorno de Crimea a Rusia”.

La denominación de “operación militar especial” para las fuerzas rusa y “agresión” de los ucranianos ha sido la constante en la prensa. Cualquier mención a la agresión es censurada inclusive cuando es en medio de un evento deportivo que exhibe la televisión cubana, como señalaron varios cubanos en sus cuentas de Twitter este fin de semana.

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    Alvaro Alba

    Álvaro Alba. Subdirector de la Oficina de Transmisiones a Cuba (OCB). Historiador y periodista especializado en temas de Europa del Este y la ex Unión Soviética. Máster en Historia por la Universidad Estatal de Odesa, Ucrania. Premio Emmy 2017 (Emmy Award) en la categoría de Documental Histórico y Premio David Burke a la excelencia periodística de USAGM (2020). Desde 1998 trabaja en OCB. Es frecuente panelista en programas de radio y televisión sobre esos temas. 
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