En abierto rechazo a la nueva oleada de los clásicos mítines de repudio en Cuba --ahora rebautizados por el régimen como “actos de reafirmación revolucionaria”-- contra opositores y periodistas independientes, el subsecretario de Estado norteamericano, Michael G. Kozak, definió la práctica como “una triste farsa de estado policial”.
Para Kozak, los actos de repudio no son más que “una herramienta diseñada por Castro” cuyo principal objetivo ha sido enfrentar “a los vecinos entre sí”, refiere el diplomático en su cuenta de Twitter.
El tuit del subsecretario Kozak, reproducido por la Embajada de Estados Unidos en Cuba, habla de “las turbas patrocinadas por el régimen” que, explica, “denuncian, acosan y arruinan el sustento de aquellos que piensan diferente”.
Imágenes de los recientes mítines de repudio en la isla, como el organizado contra la periodista independiente Iliana Hernández, muestran a decenas de personas gritando consignas frente a las viviendas de los activistas, con música alegórica de fondo.
La turba es organizada y apoyada con recursos proporcionados por el régimen, tales como camionetas dotadas de equipos de megafonía. Al final del acto, todos reciben una merienda, ha denunciado Hernández.