Turbas al servicio del régimen cubano llevaron a cabo este martes un acto de repudio frente a la vivienda de la periodista independiente Iliana Hernández, en Cojímar, La Habana.
En medio de la acción represiva, que comenzó poco después del mediodía, Radio Martí pudo comunicarse con Hernández, quien dijo que se trataba de “un grupo de gente que tiene que gritar para que les den de comer después".
Ellos, por la merienda, se venden, y allá afuera están, gritando, hace como media hora o más”, señaló.
Ninguno de los miembros de la turba era del barrio, sino “gente que traen de otros lados", dijo la periodista. “La gente del barrio no está de acuerdo con nada de eso”, aseguró.
El portal CiberCuba, con el que colabora Iliana, publicó en su cuenta de Facebook un video del acto de repudio. "Dile a la revolución que te ponga los dientes", se escucha decir a la madre de la periodista en respuesta a una de las personas que gritaban consignas frente a su vivienda.
El Movimiento San Isidro publicó en su cuenta de Twitter fotos de la turba. "Estos fueron todos los represores que estuvieron hoy en la manifestación en contra de la señora, donde la policía no hizo nada absolutamente, ya que era una gritería revolucionaria. Ni piensen que sus actos se van a quedar impunes, ya tenemos internet y no estamos en los 80".
"Esto es resultado de discursos de odio y de estigmatización que han sido parte de la política histórica de represión del gobierno de #Cuba, ahora también bajo el mando de @DiazCanelB, quien es responsable", dijo en Twitter la directora para las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara-Rosas, quien exigió un "alto al hostigamiento" contra la activista.
Hernández lleva más de 12 días sitiada en su vivienda, con restricción de movimiento, sin haber sido procesada o acusada de ningún delito, en franca violación de sus derechos.
“Aquí seguimos, Patria y libertad. Ellos que se queden con su revolución, que nosotros nos quedamos con la Patria”, sentenció Hernández, quien mantuvo, junto a otros activistas una huelga de hambre durante varios días en la sede del Movimiento San Isidro, en reclamo de la liberación del rapero contestatario Denis Solís.