El preso político y fundador de la Unidad Camagüeyana por los Derechos Humanos, Virgilio Mantilla Arango, de 51 años de edad, denunció los maltratos que recibe en la prisión de máxima seguridad de Kilo 8, en Camagüey.
Mantilla se encuentra internado en el hospital de Kilo 8 luego de haber permanecido casi cuatro meses aislado y en celda de castigo en el penal Cerámica Roja, donde realizó una huelga de hambre en reclamo de asistencia médica y por la injusta condena que le aplicaron.
La denuncia fue recibida el domingo por el activista Jiordan Marrero Huerta, presidente del Partido Demócrata Cristiano en el territorio agramontino, quien conversó con el prisionero por teléfono.
“En el hospital de Kilo 8 sigo aquí", le dijo Mantilla, "porque tengo la columna vertebral completamente desbaratada, dos hernias discales, la L-4 y L-5, los dolores son permanentes, esos casi cuatro meses en celda de castigo en Cerámica fue lo que me desbarató, eso fue lo que más me aceleró los dolores que no se me quitan".
"La incomodidad durmiendo allí en una cama cementada, además de las filtraciones de agua por las paredes, el enjambre de mosquitos, yo me dormía a las 3 de la madrugada, ya porque el sueño me vencía, pero era todo el tiempo caminado en la pequeña celda y con la camisa de preso sacudiéndome la cantidad de mosquitos, el intenso calor también era otro problema, eso fue terrible, dios mío que clase de horror, pero bueno es como dice nuestro apóstol José Martí, y yo soy un seguidor de las ideas del más universal de todos los cubanos: ´Las dificultades son grandes, pero así de grandes son quienes las vencen´, yo las vencí ya y aquí estoy”, dijo Mantilla.
También aseveró que no claudicará en sus principios. “En todos los procesos judiciales en mi contra siempre he dicho que no voy a desistir de mis ideas, que no voy a traicionar a José Martí, a pesar de todo lo que me han hecho, yo fui formado con las ideas martianas”.
El pasado miércoles el Tribunal Provincial de Camagüey en juicio de apelación realizado en la cárcel de Kilo 8, ratificó la condena de tres años y tres meses en contra del opositor por el delito de daños a la propiedad, convirtiéndose así en la cuarta condena por razones políticas que sufre el activista.