La exportavoz del Departamento de Estado de los Estados Unidos no admitió que EEUU supuestamente “hubiera perturbado las negociaciones de Estambul”, y en la propia entrevista subrayó que era obvio para todos, incluso sin contar con la opinión estadounidense, que los términos y condiciones propuestos sólo beneficiaban a Rusia y dejaban a Ucrania completamente desprotegida.