El preso político Luis Robles Elizástigui, encarcelado en una prisión de máxima seguridad por manifestarse con un cartel en La Habana el 4 de diciembre de 2020, estaría muy afectado psicológicamente, según declaró un familiar a Radio Televisión Martí.
El joven protestó en solitario en un céntrico espacio en La Habana, pidiendo la libertad del rapero contestatario Denis Solís, en ese momento encarcelado por el régimen comunista cubano, y el fin de la represión.
En su juicio, celebrado en diciembre de 2021, la fiscalía pidió seis años de cárcel por los supuestos delitos de propaganda enemiga y resistencia. Desde entonces aguarda desesperadamente su sentencia.
Landy Fernández, hermano del prisionero, dijo a Radio Martí que el martes pudo verlo durante la visita reglamentada, donde constató que está bastante afectado psicológicamente.
“Gracias a Dios está bastante mejor de salud. De ánimo sigue igual, preocupado, angustiado por el tiempo que lleva y no hay ninguna respuesta, no hay nada; no hay nada de la sentencia, pero no hay medida de apurar el proceso, de agilizarlo de alguna forma”, explicó Fernández, quien también agradeció a Dios haber podido pasar todo lo que le llevó a su hermano.
Según Landy Fernández, para hacer “algo legalmente” en la situación de Robles es imprescindible que se haya hecho firme la sentencia “y esa espera es lo que lo tiene mal a él.
"Emocionalmente está afectado porque hoy, mientras almorzábamos, se veía afectado”, declaró.
De acuerdo al relato del hermano, el preso político le comentó lo siguiente: “Mi hermano, esto aquí es insoportable y he tenido que vivir cosas que de verdad me han afectado mucho psicológicamente (...) De verdad que esto te afecta mucho psicológicamente; estas cosas que tengo que vivir…”.
También asegura que Robles le dejó saber que necesitaría un par de años para reponerse de los traumas ocasionados por el encierro.
"Él está en el edificio 31, incluso, dice que hay veces que se pone a pensar y se pregunta cómo sería su vida cuando él salga”, agregó.
“Él va a seguir haciendo lo que él hace: defender los derechos humanos y entonces se imagina que va a seguir la represión y en cualquier momento vuelve a caer preso, pero para nada está arrepentido de lo que él hizo, porque él no hizo nada que se considere un delito y no tiene por qué estar arrepentido”, aseguró Fernández.
Hace apenas una semana, se hizo publica una carta del prisionero político en la que señala al régimen cubano como el principal causante de la crisis: "Pienso que el peor enemigo que tiene Cuba no está afuera sino sentado en la silla presidencial”.
En la misiva explicó las razones que lo llevaron a romper el silencio: “Quiero que Cuba sea un país para los cubanos, no importa su manera de pensar, para que las calles de mi país sean para todos y no solo para los comunistas, porque sueño vivir en un país con democracia”.
Luis Robles fue el prisionero político escogido por la Embajada de los Estados Unidos en Cuba para iniciar a finales del pasado año su campaña “PresosPorQué”, con el propósito de dar visibilidad a los presos políticos cubanos. También ha sido reconocido como prisionero de conciencia por la organización Amnistía Internacional.