Amnistía Internacional describió el VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba como una "fiesta de simulaciones" y se pregunta por qué los asistentes al cónclave sienten temor.
Erika Guevara-Rosas, representante de Amnistía en América Latina, responde por medio de Twitter que tal vez los miembros del Partido Comunista temen que los activistas, artistas y periodistas independientes les arruinen "la fiesta".
"Mientras se dan palmadas en la espalda por mantener su régimen autoritario, someten a activistas y periodistas al acoso y a la prisión en sus hogares", denunció Guevara-Rosas.
La representante de Amnistía Internacional también expresó su solidaridad con Camila Acosta, periodista cubana que tiene prohibido salir de su hogar.
Acosta denunció su situación en Twitter. Dijo que nuevamente está atrapada en su casa porque los agentes del régimen no permiten a muchos periodistas y activistas salir a la calle mientras se desarrolla el congreso del PC, o como describe ella, el congreso "de la mentira y la manipulación".
El escritor cubano Abraham Jiménez Enoa abordó el mismo tema en un artículo de opinión publicado el 17 de abril en el diario español El País.
"Para evitar manifestaciones en contra de la reunión comunista o cualquier otro tipo de actividad que al régimen le suene a eso, la Seguridad del Estado tiene sitiados en sus domicilios a periodistas independientes, artistas contestatarios, activistas de la sociedad civil y a opositores, a los que ha advertido de encarcelar en caso de intentar poner un pie fuera de sus casas durante cualquiera de los cuatro días del congreso, como ya le ha pasado a alguno", dijo.
Jiménez concluye su nota diciendo que la “continuidad” del que hablan los gobernantes cubanos significa que Cuba "seguirá siendo, al menos a corto plazo, un estado donde los derechos fundamentales de los ciudadanos son pisoteados".
