El secretario de Estado estadounidense Antony Blinken destacó el jueves el caso del joven cubano encarcelado por filmar las protestas del 11 de julio en San Antonio de los Baños y pidió a todos los países de la región que demanden a Cuba garantías para la libertad de expresión y manifestación para su pueblo con vistas a las demostraciones previstas para el 15 de noviembre.
En su video ante la 51 Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Blinken declaró en referencia a la Marcha Cívica por el Cambio en Cuba, organizada por Archipiélago y otros grupos de la sociedad civil: "Los líderes de la sociedad civil cubana han pedido más manifestaciones el 15 de noviembre, todos los países del hemisferio deben enviar un mensaje claro de que las personas de las Américas, incluida Cuba, tienen derecho a reunirse pacíficamente y expresar sus opiniones".
Blinken mencionó las protestas del pasado 11 de julio: "Todos vimos la violenta represión del gobierno cuando decenas de miles de cubanos salieron a las calles en julio pasado para exigir pacíficamente que el gobierno satisfaga sus necesidades básicas y un llamado a la libertad y los derechos humanos. Muchas de las personas detenidas injustamente en esas manifestaciones aún languidecen en las cárceles de Cuba".
En su intervención destacó la sentencia de ocho años de prisión que le espera al joven de 26 años Yoan de la Cruz por filmar una protesta.
De la Cruz, activista de la comunidad LGBTI, está encarcelado en la prisión de Melena del Sur en Mayabeque y ha recibido una petición fiscal que lo condenaría a cumplir 8 años de cárcel.
De la Cruz ha sido señalado como el autor de la transmisión en vivo de las primeras protestas en San Antonio de los Baños, consideradas inicio de las manifestaciones antigubernamentales en todo el país.
El secretario de Estado también condenó la situación de derechos humanos en Nicaragua y Venezuela y recordó que la Carta Democrática Interamericana habla de “consecuencias concretas” para gobiernos que “abandonan la democracia y oprimen de forma violenta a los derechos humanos.”
"La credibilidad de la OEA como institución que defiende la democracia depende de estar a la altura de esa Carta," dijo Blinken.