Cuba negó ante el Comité contra la Tortura de Naciones Unidas que en la Isla haya presos políticos, o que se atormente a las personas que disienten ideológicamente, calificando las acusaciones como “mentiras” “burdas”, “falsas” y “no creíbles”.
“Resulta indignante que la representación del régimen cubano niegue la existencia de presos políticos y el acoso o la violación de derechos contra las personas que disienten del dogma oficial y quieren abrirse un espacio en la vida pública del país”, indico el ex prisionero político Librado Linares desde Camajuaní, Villa Clara.
“Yo soy ex preso político de la conocida Primavera Negra. Conozco como al interior de las prisiones se nos tacha de CR (contrarrevolucionarios) y tratan de descaracterizarnos, porque si reconocen que hay presos políticos, reconocen que el régimen es violador, orgánicamente, de los derechos humanos”, apuntó.
Rodolfo Benítez Versón, director general de Asuntos Multitatelares y Derecho Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores, lamentó que “se otorga credibilidad a agrupaciones críticas al gobierno cubano mientras se ignoran las contribuciones de otras organizaciones que conocen la cotidianidad del pueblo cubano”.
“En la primera sesión de diálogo que tuvo con el Comité contra la Tortura, Cuba se enfrentó a unas acusaciones gravísimas, muy detalladas, por parte del Comité, y Cuba, en su respuesta, no ha presentado ninguna contradicción, ni ninguna prueba realmente sólida para salvar esas acusaciones”, recalcó Javier Larrondo, presidente de Cuban Prisoners Defenders, organización asentada en España que, en el mes de marzo, presentó ante ese organismo mundial 101 casos de presos políticos torturados en la Isla.
“Lo único que ha hecho es una soflama publicitaria y es más, si se indaga en las cosas que ha dicho y se rebusca la legislación que ha mencionado se le encuentra que refrenda algunas de las acusaciones”, subrayó Larrondo.
En Naciones Unidas para defenderse de una acusación, el país de marras, tiene “que usar el principio de la contradicción, y este se ejerce con pruebas, cosa que no han hecho”, comentó.
La delegación cubana aseguró que en la isla se respetan los derechos humanos y calificó como violadores de la seguridad colectiva, el bienestar general, el orden público, la Constitución y las leyes a los que reclamaron libertad en las calles el 11 de julio
“Un solo partido y un solo discurso genera siempre, en cualquier contexto, gente que se opone, la que sale a buscar la libertad y un movimiento de derechos humanos que se abre paso en la vía pública del país para producir cambios estructurales”, acotó Linares, coordinador del Movimiento Cubano Reflexión, condenado a 20 años de privación de libertad el 4 de abril de 2003.
“En Cuba si hay oposición, hay violaciones flagrantes, hay represión contra todo el que ejerce sus derechos individuales, el derecho a la libertad de expresión de asociación, de manifestación pacífica”, insistió el ex preso político.
Asimismo, la representación de La Habana reafirmó que mientras exista el embargo económico y financiero de Estados Unidos contra Cuba, no será derogada en la Isla, la pena de muerte, considerada por la ONU “una de las violaciones más graves de los derechos humanos, que socava la dignidad humana”.