El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel estimó que más de 300.000 cubanos viven en la pobreza, de acuerdo a declaraciones realizadas el viernes, cuando visitó con una extensa comitiva algunas de las poblaciones severamente impactadas por las lluvias de los últimos días, que dejaron al menos seis fallecidos.
En el municipio Jiguaní, en Granma, fue confrontado por una señora que demandó una solución para un veterano que vive en precarias condiciones: "Hay un compañero que es combatiente, que es un caso vulnerable (…). Un combatiente que a estas alturas duerme en una hamaca y una casa que se le está cayendo".
"Ni es el único combatiente ni es el único vulnerable. Tenemos cientos de miles de combatientes (…). Tenemos más de 300.000 gente vulnerable y no tenemos todos los recursos para resolver los problemas de todos", le respondió el sucesor de Raúl Castro, que acaba de asegurar su segundo mandato en el máximo puesto del país.
El término de "Poblaciones Vulnerables" es utilizado por la Organización de Naciones Unidas para referirse, entre otras cosas a "las personas que viven en la extrema pobreza". La entidad internacional explica que la pobreza va más allá de la falta de ingresos y recursos para garantizar unos medios de vida sostenibles, que es un problema de derechos humanos y que se manifiesta en el hambre, la malnutrición, la falta de una vivienda digna y el acceso limitado a otros servicios básicos como la educación o la salud.
En los últimos años, las redes sociales y la prensa independiente en la isla se han convertido en tribuna de numerosas denuncias de la ciudadanía sobre personas y familias enteras, que viven en condiciones de extrema pobreza desde hace varios años. En la mayoría de los casos, las personas, entre las que se incluyen ancianos, niños y pacientes de enfermedades crónicas, han solicitado ayuda de las autoridades cubanas siguiendo las vías establecidas, pero no han visto resueltas sus necesidades.
La cifra ofrecida el viernes por el dirigente comunista queda muy por debajo de las estimaciones que hace, por ejemplo, el quinto informe que explora el estado de los derechos sociales en la isla, publicado en octubre de 2022 por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH). La organización, con sede en Madrid, España, advirtió entonces, basada en los estándares establecidos por el Banco Mundial, que "el 72% de los cubanos viven muy por debajo del umbral de la pobreza".
A partir de este resultado, el Índice de Pobreza de DatoWorld apuntaba en abril de 2023 que Cuba era el país más pobre de Latinoamérica y que, junto a Venezuela y Argentina, se convierte en uno de los países de América Latina "más miserables" del mundo.
También la edición de 2022 del Índice de Miseria, que elabora el economista estadounidense Steve Hanke, ubicaba a Cuba entre los países más pobres del mundo, precedido por Zimbabue, Venezuela, Siria, Líbano, Sudan, Argentina, Yemen y Ucrania.
El profesor de Economía Aplicada en la Universidad Johns Hopkins señaló que "las políticas económicas desastrosas han dejado al país en ruinas" y que por ello "no es de extrañar por qué la utopía comunista es el noveno país más miserable del mundo".
A mediados del año pasado, un informe publicado por la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) alertaba que Cuba enfrentaba la peor recesión económica en 30 años, "en gran parte debido a una restricción en el suministro de petróleo, menos turismo de los Estados Unidos y menos remesas a la isla caribeña".
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