Los negocios de empresas estadounidenses en Cuba estarían en la mira de los cambios en la política hacia la isla que se espera anuncie el presidente Donald Trump, reporta el diario USA Today que habló del tema con el congresista Mario-Díaz Balart.
Díaz-Balart y el senador republicano Marco Rubio -ambos considerados entre los principales asesores sobre Cuba en el Congreso de EE.UU.- han estado discutiendo con el Ejecutivo los proyectados cambios a la política de acercamiento impulsada por la Administración Obama, prometidos por Trump hace ocho meses a los cubanoamericanos en Miami durante un discurso de campaña.
“Creo que un trato drásticamente diferente hacia Cuba es inminente”, dijo a USA Today Díaz-Balart, quien intentó restringir las transacciones comerciales con los miembros de las fuerzas armadas y la inteligencia cubana en 2016, mediante enmiendas al proyecto de ley sobre el presupuesto de los departamentos de Justicia y Comercio. La cláusula sí fue aprobada por el pleno de la Cámara de Representantes, pero fue abandonada en la versión final.
En la práctica, aquella propuesta podría suspender todos los viajes a Cuba, pues las fuerzas armadas controlan los puertos y las compañías aéreas así como la mayoría de los hoteles, opinó John Kavulich, presidente del Consejo Comercial y Económico Estados Unidos-Cuba.
"Es poco probable que eso suceda" estimó Kavulich, quien se inclina a pensar que en Trump y su gabinete prevalecerá el instinto empresarial.
Este experto en las relaciones bilaterales en materia de comercio y negocios cree que los cambios de Trump no llegarán tan lejos como desean algunos cubanoamericanos en la Florida, sino que tendrán un diapasón más restringido.
Pero Díaz Balart está satisfecho: “Si bien no espero que estén de acuerdo conmigo en todo, les agradezco que me escuchen”, dijo.
"Estoy seguro de que el presidente mantendrá su compromiso con la política hacia Cuba, haciendo cambios puntuales (targeted) y estratégicos que adelantarán las aspiraciones de libertad económica y política del pueblo cubano", dijo por su parte el senador Rubio en un correo electrónico tras ser consultado por el diario de circulación nacional.
Kavulich evalúa las posiciones de Rubio como más moderadas y en línea con los intereses más amplios de la comunidad empresarial de EE.UU., que ha expresado su preocupación por algunas de las propuestas que se cree encontrarán su camino hacia la política cubana de Trump.
Una de ellas sería ejercer un mayor control sobre los viajes a Cuba y revertir la autorización de Obama para viajar individualmente y por cuenta propia a la isla. “Hasta hace unos años había que ir con un tour y en grupo, y eso desalentaba a mucha gente”, comentó Lee McCarthy, propietario de la agencia MAD Travel en Naples, suroeste de la Florida.
Desde el gobierno de Obama los estadounidenses pueden viajar a Cuba bajo una licencia general de la Tesorería, siempre que suscriban que lo harán de conformidad con una de 12 categorías autorizadas, ninguna de las cuales incluye el turismo propiamente dicho.
La más recurrida es la de los viajes por motivos familiares: la mayor cantidad de viajeros desde EE.UU. a la isla son cubanoamericanos. Pero los que no tienen raíces cubanas generalmente optan por la de los intercambios culturales y educativos, los llamados viajes "de pueblo a pueblo".
Se cree que la autorización para viajar por cuenta propia decretada por Obama en sus últimos meses de gobierno, y una pobre fiscalización del gobierno federal, han contribuido a abusos y violaciones de la prohibición de hacer turismo.
Se esperaba que la política cubana de Trump se anunciara en mayo, pero ahora varios medios pronostican que el anuncio es cuestión de semanas como máximo.
"Como ha dicho el Presidente, la actual política hacia Cuba es un mal acuerdo. No hace lo suficiente para apoyar los derechos humanos en Cuba", dijo esta semana el portavoz de la Casa Blanca Michael Short, citado por Associated Press.
"Estamos en las etapas finales de nuestra revisión de la política cubana. Sin embargo, aún no se ha tomado una decisión final sobre el camino a seguir. Anticipamos un anuncio en las próximas semanas, pero no tenemos fecha para anuncios específicos", agregó el vocero, de acuerdo con el sitio de noticias del gobierno federal The Hill.
Al menos, como aseguró Díaz-Balart a USA Today, "no habrá que esperar otros seis meses".
[Redactado por Rolando Cartaya con información de USA Today]