Al menos 60 periodistas murieron este año en incidentes violentos relacionados con su trabajo y Oriente Medio fue la región más letal, dijo el martes el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por su sigla en inglés) en un reporte.
La cifra de fallecidos en el 2014 fue menor a la del año anterior, cuando 70 reporteros murieron, dijo el grupo con sede en Nueva York.
El CPJ investiga los fallecimientos este año de al menos otros 18 periodistas para establecer si sus decesos estuvieron relacionados con el trabajo que realizaban.
Casi la mitad de los periodistas muertos este año perdieron la vida en Oriente Medio. Siria fue el país más mortífero para los reporteros por tercer año consecutivo. Al menos 17 trabajadores de los medios fallecieron en incidentes en medio de la guerra civil.
Desde que comenzaron los enfrentamientos en Siria en el 2011, 79 periodistas fallecieron, dijo el CPJ.
Los últimos tres años han sido los más letales desde que el CPJ comenzó a documentar las muertes de periodistas en 1992, dijo la organización.
Casi un cuarto de los periodistas muertos en 2014 eran miembros de la prensa internacional, aproximadamente el doble de la proporción que el CPJ registró en los últimos años, explicó.
Entre los corresponsales internacionales muertos figura Anja Niedringhaus, una fotógrafa alemana de la agencia Associated Press asesinada a balazos por un policía en Afganistán en abril mientras cubría las elecciones.
Un reportero estadounidense y otro estadounidense-israelí, ambos trabajando como freelance, también fueron asesinados por milicianos del grupo extremista Estado Islámico, que controla extensas partes de Irak y Siria.
El trabajo más común de los reporteros muertos, un 35 por ciento, era de periodista de medios audiovisuales, dijo el CPJ. Un 27 por ciento se desempeñaba como fotógrafos y camarógrafos.
Según el CPJ, más del 40 por ciento de los periodistas muertos fueron asesinados.
El CPJ dijo que consideraba una muerte relacionada con el trabajo cuando su personal tiene certeza razonable de que un periodista falleció en represalia por su trabajo, en incidentes de fuego cruzado en combate o realizando una tarea peligrosa en un ambiente hostil.
El informe revela que casi el 68 por ciento de los periodistas muertos este año se dedicaban a la cobertura de noticias políticas, mientras que el 60 por ciento cubría guerras y conflictos y el 55 por ciento informaba sobre los derechos humanos.