El tifón Hagupit se convirtió el lunes en tormenta tropical, tras dejar al menos 21 muertos en Filipinas y obligar a más de un millón de personas a refugiarse en albergues, aunque sin causar graves daños en la región del centro del país que aún se recupera de una terrible tormenta el año pasado.
Lo peor había pasado en las provincias insulares del centro, donde el sol asomó el lunes tras días de clima tormentoso. Pero la bulliciosa capital, Manila, y las provincias circundantes se preparaban para recibir a Hagupit, que mostraba vientos máximos sostenidos de 105 kilómetros (65 millas) por hora y ráfagas de 135 kph (84 mph).
Los meteorólogos esperaban que la tormenta se abatiera al anochecer sobre la ciudad de Batangas, unos 110 kilómetros (68 millas) al sur de Manila. Aunque considerablemente más débil que en su momento de plenitud, la tormenta seguía siendo peligrosa y podría provocar grandes olas que anegasen localidades costeras, señalaron los expertos.
Hagupit, que tocó tierra en Samar del Este la tarde del sábado, se movía lentamente, a 10 kph (6 mph), y podría descargar fuertes lluvias, que a su vez podrían ocasionar desprendimientos de suelo e inundaciones.
Traumatizados por la muerte y destrucción ocasionadas por el tifón Haiyan el año pasado, más de un millón de personas huyeron a más de 1.000 albergues de emergencia y terrenos más seguros. Muchos comenzaron a volver a sus casas tras el paso del tifón por sus provincias, indicó la secretaria general de Cruz Roja de Filipinas, Gwendolyn Pang.
"Lo peor ha pasado para ellos. Es un gran alivio porque se asustaron mucho de este tifón, pensando en Haiyan", explicó. "Y aún hay algunas zonas preparándose para la tormenta como Manila".
El alcalde de Manila, Joseph Estrada, dijo que más de 5.000 residentes de un barrio chabolista a las afueras de la bahía de Manila habían sido evacuados debido a posibles olas de tormenta.
Haiyan, el tifón más fuerte que tocó tierra del que se tiene registro, allanó pueblos enteros en noviembre del año pasado, dejando a más de 7.300 muertos o desaparecidos.
Hagupit causó al menos 21 muertes, incluyendo las de 16 vecinos que se ahogaron por separado en la provincia de Samar del Este, donde el tifón tocó tierra en un principio, según la Cruz Roja filipina. La agencia de gestión de desastres sólo informó de cinco muertes, incluyendo tres fallecidos por hipotermia, indicando que aún estaba verificando las otras defunciones.