El cuentapropista Yosvany Rosell García, con petición fiscal de 30 años de privación de libertad por el supuesto delito de sedición tras participar en las protestas populares del 11 de julio, se encuentra aislado en la cárcel nueva de Holguín, ha sido llevado varias veces a celda de castigo y es objeto de otros maltratos por parte de las autoridades del penal, denunció este lunes su esposa, Mailín Rodríguez Sánchez, quien pudo visitarlo en prisión.
“La represión en contra de él es abusiva ya. Lo tienen aislado y sin darle su hora de sol, sin permitirle llamadas telefónicas y sin asistencia médica”, dijo Rodríguez Sánchez a Radio Martí.
La mujer añadió que su esposo se queja de que un brote de “sarna” (escabiosis) y las chinches en el penal “no lo dejan ni dormir”.
“Llegué a la visita a las 7 de la mañana y me entraron a las 2 de la tarde. Lo castigan así porque como espera tanto ese día, eso lo hacen para provocarlo y mortificarlo”, señaló la mujer, que pudo retornar a su vivienda pasada la medianoche.
Explicó que el delito en contra de Rosell García fue inicialmente de “desórdenes públicos, y eso es lo expresa el contrato que tengo firmado con el abogado, y ahora le ponen sedición, con una petición fiscal de 30 años”.
La mujer recalcó que su esposo “únicamente se manifestó con su libre derecho de pedir libertad y un cambio”.
Afirmó, además, que ha tenido que cambiar el abogado de la defensa en dos ocasiones por el mal trabajo que están realizando.
“Ya vamos por dos abogados, porque tú vas y les preguntas y nunca saben nada. Tienen miedo de dar información y no saben darte una respuesta, siempre evadiendo las preguntas”, enfatizó.
Rodríguez Sánchez alertó que la detención y el proceso en contra de su esposo están causando serias dificultades para la familia. Rosell García, padre de tres hijos menores, es herrero con licencia y tiene un taller de soldadura en la capital holguinera.
“Es algo terrible lo que estamos pasando. Mis niños, que tienen 13 años la mayor, cinco el del medio y tres añitos el pequeño, no entienden por qué no está con ellos su padre en casa. Yosvany es quien mantiene económicamente a la familia; yo atiendo a mis hijos y el hogar, pero él era el sustento familiar”, afirmó.
Sobre la petición fiscal, dijo que todavía no puede creerlo.
“No duermo, yo no me creo esa exageración de años que le piden, en contra de un hombre joven que está luchando por sus hijos y por sacar su familia adelante. Eso es destrozar y acabar con nuestra familia, una familia cubana, donde no hay derecho de ningún tipo, y él es inocente completamente”, concluyó.