Residentes de La Habana manifestaron su preocupación por el número creciente de mendigos en la ciudad, incluyendo a adultos mayores y alcohólicos que sobreviven gracias a lo que encuentran en la basura, o lo que les regalan los turistas.
“Es real que cada vez hay un mayor número de mendigos en la ciudad, específicamente en los lugares céntricos, turísticos, porque vienen a mendigar a los turistas”, dijo el periodista independiente Pablo Morales, en entrevista con Radio Martí.
Morales también apuntó que no solo son hombres, como usualmente sucedía: cada día se ven más mujeres en esta situación.
Para este habanero, uno de los aspectos más tristes de este fenómeno social es que con el paso del tiempo, ver mendigos deambular por las calles de la ciudad se ha convertido en una escena normal.
Los casos más frecuentes son ancianos y personas con problemas de alcoholismo, apuntó.
“También se ha notado mucha presencia de jóvenes también alcohólicos. El alcoholismo es otra cosa que nos está haciendo mucho daño en la sociedad. Jóvenes que abandonan sus casas”, dijo Mario Echevarría, otro vecino de La Habana.
Los desamparados no solo piden limosnas al transeúnte, sino que sobreviven de desperdicios que encuentran en los latones de basura o de restos que recogen en los platos de restaurantes en la calle.
“Se ponen a recoger laticas; se ponen a vender jabitas y duermen en los parques, porque generalmente este tipo de personas ya (padece) demencia senil”, explica Echevarría. “Es triste el problema este de los ancianos deambulando”.
Mendigar puede ser el último recurso para un anciano sin familiares que le respalden, ni otra forma de sostenerse económicamente.
“Los turistas están viendo la realidad de Cuba, mirando a esas personas, a esos mendigos que están en la calle, recogiendo en los basureros, recogiendo las migajas de comida que dejan en los restaurantes. También hay muchos con una cestica sentados donde pasan los turistas para que les dejen caer una moneda", contó la ama de casa Ada López.
López llamó la atención sobre la inconstancia de las instituciones estatales, como el hospital La Colonia, para cuidar de los menesterosos. Solo cuando se acerca la realización de algún evento público se hace más efectiva.
Las autoridades cubanas suelen ordenar recogidas de mendigos y desamparados para ocultarlos de visitantes ilustres, como el presidente Barack Obama o el papa Francisco.
En cuestión de horas, desaparecen de sus puestos habituales, estratégicamente situados en calles frecuentadas por turistas, o a la entrada de establecimientos que venden productos en CUC. Dos o tres días después, reaparecen, y la vida, roída por la extrema pobreza, sigue su curso.
Una de las más reciente recogidas de mendigos ocurrió el 25 de abril de 2016, en Centro Habana y La Habana Vieja, supuestamente por la filmación del filme estadounidense "Rápido y Furioso 8".
Según reportes oficiales, existen en Cuba más de 1.000 "deambulantes", el término que prefieren usar las autoridades para referirse a desamparados y mendigos.
(Redactado por Lizandra Díaz Blanco, con información obtenida por Adriel Reyes y otros materiales de archivo)