Tal y como era previsible, La Habana aseguró este viernes que no aceptará las principales recomendaciones formuladas por la comunidad democrática internacional en el Examen Periódico Universal (EPU) de Cuba ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
“Son inaceptables para nuestro país, en tanto cuestionan el orden constitucional y legal, refrendado por la abrumadora mayoría del pueblo. Se sustentan en prejuicios y pretenden hegemonías ideológicas”, afirmó Juan Antonio Quintanilla, el embajador castrista en Ginebra.
Según el régimen, “esas recomendaciones tienen motivaciones políticas” y “algunas de ellas son los fabricados pretextos de la conocida política de hostilidad y agresiones contra Cuba”.
En el EPU, celebrado esta semana, Cuba recibió fuertes críticas por la situación de los presos políticos, la pena de muerte, el nuevo Código Penal, y la necesidad de tipificar como delito el feminicidio y de ratificar los Pactos de Derechos Humanos la ONU.
En cambio, los regímenes más violadores del mundo apoyaron sin fisuras las políticas de La Habana.
“Podemos anticipar que un grupo mayoritario de recomendaciones contará con el apoyo del gobierno cubano. Estas han sido realizadas sobre la base del respeto mutuo y la no injerencia en los asuntos internos. Muchas de ellas se encuentran en proceso de implementación o forman parte de las prioridades de Cuba”, dijo Quintanilla, sin mencionar cuáles.
Este viernes, el Consejo de Derechos Humanos aprobó el informe con las 361 recomendaciones presentadas a Cuba.
En las conclusiones, el grupo de trabajo del Examen Periódico Universal señaló que el gobierno cubano deberá responder por escrito antes de marzo de 2024.
El documento aclara que todas las conclusiones y/o recomendaciones reflejan la posición del Estado que lo presenta y/o del Estado examinado y que no deben interpretarse como respaldados por el Grupo de Trabajo en su conjunto.
Foro