La activista Lizandra Góngora Espinosa cumple este viernes veinticinco días en una celda aislada en la prisión de mujeres del Guatao, La Lisa, en la provincia de La Habana.
La mujer de 35 años y residente en Güira de Melena, provincia de Artemisa, fue detenida por participar en el levantamiento popular ocurrido de manera espontánea y pacífica en numerosas ciudades y poblados de la isla el pasado 11 de julio y es acusada de un supuesto acto de “Sabotaje” y “Desorden público” contra una tienda de Moneda Libremente Convertible.
Ahora permanece castigada por haber denunciado las pésimas condiciones que enfrentan las reclusas en el penal.
Góngora Espinosa se encuentra sin medicamentos, sin atención médica y totalmente descompensada, declaró a Radio Martí su esposo, Ángel Delgado, quien la pudo visitar el pasado jueves.
“Sola, enferma; le quitaron toda la ropa, una licra negra […] una enguatada (para protegerse de las bajas temperaturas)”, relató Ángel Díaz, quien además reportó que a su esposa la habían privado de todo lo que pudiera servir para comunicarse con el exterior: los lápices, el lapicero y la libreta de notas.
De acuerdo con el esposo, la prisionera política le “daba cartas y yo publicaba las inquietudes y las dificultades que ella tenía allá dentro”.
A Góngora Espinosa, madre de cinco niños, no le están suministrando ningún tipo de medicamento y “no le dan atención médica ninguna, está enferma, está ‘largando el pelo’ (a causa de) los nervios, no hay medicamentos para darle, no hay nada, se siente mal, está agobiada ahí y la dictadura le tiene el dedito puesto”, dijo el señor indicando que a su esposa no le dan tregua en el centro penitenciario.
Ángel Díaz, agobiado por la situación de su esposa, llamó la atención sobre el hecho de que a pesar de haberle quitado todas sus pertenencias y posibilidades de comunicación, lo único que le han dejado en la celda es un espejo de cristal.
“No entiendo con qué intención le dejaron el espejo ahí, con un espejo de cristal, puede atentar contra su vida, sin embargo, eso sí se lo dejaron”, declaró.
Ángel Díaz narró cómo, al entrar a la prisión fue amenazado con que “si seguía publicando y seguía hablando del caso se Góngora le iban a quitar la visita.
"Ellos saben que soy yo, nada más, el que va a visitarla a ella”, afirmó.
Cubalex, organización creada en el exilio con el propósito de brindar asesoría legal a los cubanos, ha dicho que por los cargos que pretenden juzgar a Góngora Espinosa, la opositora pudiera estar hasta 10 años en prisión.
Su esposo explicó que ha acudido a varias instancias del Ministerio del Interior, la Fiscalía General de la República y la Fiscalía Militar para quejarse por el trato que están dando a Góngora Espinosa.
"Nada hicieron!”, concluyó Díaz.