El senador republicano Marco Rubio y la opositora cubana Rosa María Payá consideran desastrosa la decisión de Josep Borrell, Alto Representante de Política Exterior de la Unión Europea, de mediar ante Estados Unidos para que Cuba sea eliminada de la lista de países que patrocinan el terrorismo.
El pasado 31 de marzo, el presidente de la Delegación Socialista Española en el Parlamento Europeo, Javier Moreno Sánchez publicó en Twitter una carta que recibió de Borrell, en la que el ministro de Exteriores europeo dice que la UE rechaza la inclusión de Cuba en la lista negra del terrorismo y asegura que abordará el tema en sus conversaciones con los estadounidenses, a quienes les pedirá que levanten esa sanción a Cuba.
La petición del diputado socialista fue sometida en "en calidad de presidente del Intergrupo de Amistad y Solidaridad con el Pueblo de Cuba en la Eurocámara", según explica Moreno Sánchez en un su comentario.
El senador cubanoamericano, por medio de Twitter, se pregunta si acaso al canciller de la Unión Europea se le olvidaron los vínculos de La Habana con "las FARC, el ELN y el narco-régimen de Venezuela".
También la activista cubana y coordinadora de la plataforma Cuba Decide arremetió contra el Alto representante de la UE, a quien acusó de “ponerse de parte de los dictadores que mantienen bajo cerco criminal a los activistas de UNPACU, cuando cumplen el día 18 en huelga de hambre”.
En un twitter donde respalda la respuesta del senador cubanoamericano, la promotora de Cuba Decide apunta que el representante de la diplomacia europea "se olvida también del Terrorismo de Estado de la dictadura de La Habana contra sus ciudadanos".
Cuba fue incorporada a la lista el 11 de enero por la administración Trump. El entonces secretario de Estado Mike Pompeo argumentaba que el régimen cubano, entre otras acciones, ha brindado "reiteradamente apoyo a actos de terrorismo internacional al ofrecer un refugio seguro a terroristas".
Al argumentar su decisión, Washington indicó que La Habana, citando protocolos de negociación, se negó a extraditar a 10 líderes del ELN a pedido de Bogotá quienes vivían en Cuba, después de que el grupo asumió responsabilidad por el ataque contra una academia de la policía en la capital colombiana en enero del 2019 en el que 22 personas perecieron y más de 60 fueron heridas.
La Administración Trump indicó entonces que Cuba además da cobijo a varios fugitivos de la justicia de EEUU acusados de violencia política, muchos de los cuales han residido en la isla por décadas, como es el caso de Joanne Chesimard, quien fue sentenciada de ejecutar al policía de caminos de Nueva Jersey Werner Foerster en 1973.
El diario español ABC reporta que la decisión de Borrell ha sido bien recibida por Cuba, donde Ana María Machado, vicepresidenta de la Asamblea Nacional del Poder Popular, fue una de las representantes del régimen comunista cubano que elogió el anuncio en Twitter.
