SEUL- Representantes del Gobierno de EEUU visitan Pyongyang para preparar una inminente visita a la capital norcoreana del secretario de Estado, Mike Pompeo, para hacer avanzar el diálogo sobre desnuclearización, informó hoy un diario surcoreano.
En total, seis funcionarios de Washington se encuentran en Pyongyang, según el rotativo Joongang, que cita diversas fuentes anónimas cercanas a las negociaciones entre Casa Blanca y el régimen norcoreano.
De los seis, cuatro pertenecen al Departamento de Estado y a la CIA y están encargados de preparar una visita considerada como un primer paso tras los acuerdos alcanzados en la reciente cumbre entre el presidente de EEUU, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un.
En su histórica cita de Singapur del 12 de junio los dos firmaron una declaración que inaugura una nueva etapa de relaciones y abre las puertas a la desnuclearización del régimen norcoreano a cambio de que Washington conceda garantías para su supervivencia.
Sin embargo, el documento no especifica mecanismos ni plazos concretos para lograr estos objetivos.
Por ello, durante esta visita podrían empezar a esbozarse algunas de las condiciones para futuros acuerdos y Washington podría incluso presentar una serie de plazos y condiciones concretas para que Pyongyang desmantele su programa atómico, tal y como aseguró esta semana una fuente del Pentágono.
El inminente viaje de Pompeo a Corea del Norte, donde ya estuvo dos veces antes de la cumbre de Singapur, incluiría una reunión con Kim Jong-un, como ya sucedió en sus dos visitas anteriores.
Los otros dos funcionarios de EEUU que se encuentran en la capital norcoreana se encargan, según Joongang, del traslado de restos de soldados caídos en combate durante la Guerra de Corea que Pyongyang se comprometió a transferir tras lo firmado en Singapur.
Una de las fuentes consultadas por el diario surcoreano indicó que Pompeo podría retornar a Washington transportando los primeros restos transferidos por Pyongyang.
Este fin de semana, el Ejército de EEUU transportó madera a la frontera intercoreana en preparación para recibir de manos norcoreanas los restos de combatientes estadounidenses muertos en la Guerra de Corea (1950-1953).