El periodista e investigador cubano José Raúl Gallego Ramos denunció este viernes al rector de la Universidad de Camagüey (UC), Santiago Lajes Choy, por sus acciones represivas contra estudiantes y profesores de esa casa de altos estudios.
“Hoy está en la Universidad de Guadalajara (UdG) el responsable principal de la represión en la Universidad de Camagüey a uno de los graduados de esa universidad mexicana”, advirtió en un hilo de Twitter.
Lajes Choy realiza esta semana un recorrido por varias universidades del país azteca junto a Yailé Caballero, directora de Relaciones Internacionales de la UC, con el objetivo de ampliar los convenios con centros estudiantiles de esa nación.
está en la Universidad de Guadalajara (UdG) el responsable principal de la represión en la Universidad de Camagüey
“Que sepa la UdG , si no lo sabe, que está codeándose con represores sistemáticos de la libertad académica y derechos humanos elementales”, agregó Gallego, graduado de una Maestría en Comunicación por esa universidad en el año 2016.
Tras finalizar sus estudios en México, Gallego se reincorporó a su plaza como profesor en la UC y dos años más tarde fue sancionado por escribir en medios de prensa independientes.
La medida disciplinaria estipulaba un año sin contacto con los estudiantes por lo que fue removido a una plaza como bibliotecario en el Centro de Gestión de Información (CGI) de la UC, dirigido entonces por la Dra. Floricelda Cuesta Rodríguez.
En el informe de la medida explicaban que Gallego no mantenía una influencia positiva hacia los jóvenes del Departamento de Periodismo y con los estudiantes de esa carrera. “Ha escrito en una plataforma llamada Cuba Posible, la cual no mantiene una línea editorial correspondiente con los principios de la Revolución… Su actitud atenta directamente contra la formación ética e ideológica de las futuras generaciones de profesionales”, recoge el texto.
La medida disciplinaria fue rebajada a seis meses, luego de la reclamación del periodista, apoyada por alumnos y profesores que desmintieron el supuesto mal ejemplo del que se le acusaba. En el marco del proceso de apelación le fue negado su acceso al expediente y sufrió una campaña de descrédito y persecución política, que incluyó la separación por tres años de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC).
Gallego Ramos fue víctima de la violación de distintos derechos humanos, entre éstos el derecho a la libertad de expresión y opinión
“Gallego Ramos fue víctima de la violación de distintos derechos humanos, entre éstos el derecho a la libertad de expresión y opinión , el 17 derecho a la libertad de pensamiento o conciencia , el derecho a la 18 libertad académica , el derecho al trabajo , entre otros”, recoge el informe del Observatorio de Derechos de Libertad Académica (OLA) publicado en 2021.
El joven periodista hizo un llamado a la UG. “Es importante que sepan que el contacto con las universidades cubanas implica peligros potenciales para los profesores y estudiantes de su universidad….Esta es la parte que no se ve detrás de los convenios e intercambios: la legitimación de represores y la labor de inteligencia que acompaña a cada acción de instituciones cubanas en el exterior, del tipo que sean”, recalcó.
El caso del profesor José Raúl Gallego no es el único
Santiago Lajes Choy ha estado detrás de otros procesos contra estudiantes y trabajadores de la Universidad de Camagüey. El caso más reciente fue contra el profesor y periodista cubano José Luis Tan Estrada, quien fue expulsado a finales de 2022 por sus críticas al régimen de La Habana en las redes sociales.
Aunque el análisis de su desempeño como profesor e investigador era impecable, su "distanciamiento de la ideología y los valores de la revolución" hicieron que los directivos de la universidad finalizaran su vínculo laboral.
“Semanas antes la represión y la censura empezaban a rondarme, cuando sin argumentos algunos, me cerraron la cuenta a Internet de la Universidad y por tanto el acceso a las computadoras, siendo aún profesor y sin previo aviso. Ataques constantes de perfiles falsos por Facebook, campañas de difamación en la provincia, bloqueo al acceso a varias páginas institucionales del territorio. La profesora María Delys, difamando y hablando de mi en todos los turnos de clases, cuestionando mi postura política, mi ética como periodista y mis conocimientos que están más que demostrado. También mi separación de la Unión de Jóvenes Comunistas porque mi forma de pensar no estaba acorde a los estatus y principios de la organización”, denunció Tan Estada en ese momento.
En 2019 fue expulsado del centro el estudiante Jorge Enrique Cruz Batista, quien cursaba el tercer año de la carrera de Arquitectura y Urbanismo por pintar con un espray rojo una decena de frases contrarias al gobierno como “Abajo Díaz-Canel” y “Abajo la dictadura”.
Luego de que uno de sus compañeros mencionara a Cruz Batista como el autor de las pintadas, oficiales de la Seguridad del Estado vestidos de civil entraron a la Universidad y lo arrestaron. “Lo retuvieron hasta el día siguiente, incomunicado y obligándolo a confesar la autoría del hecho, bajo amenazas de sanciones mayores y con la promesa de que no afectaría su permanencia en la universidad si se declaraba culpable”, recoge el informe del caso del OLA.
Unos días después le fue notificada una medida cautelar consistente en la “suspensión temporal de todos sus derechos como estudiante universitario por un término de 30 días hábiles” por su presunta participación en “hechos que atentaron contra los bienes del Estado y que además constituyeron una manifestación explícita contraria a nuestro proceso revolucionario”.
“Yo nunca pertenecí a grupos opositores ni nada parecido. Simplemente soy alguien que dice lo que piensa y que quiere que Cuba mejore. Escribí esos carteles porque me sentí harto de ver tantas necesidades y tantas mentiras”, contó Jorge Enrique a ADN Cuba meses después de ocurrido el hecho.
En esa misma universidad, cuando la rectora era Lianet Goyas Céspedes, sancionaron al entonces estudiante de la carrera de Periodismo Eliecer Jiménez Almeida tras realizar un corto de 15 minutos, titulado “Toilet-ando sin ganas”, en el que exponía la crítica situación de los baños en el centro. A Jiménez Almeida le impusieron la separación por dos años de la Educación Superior y lo expulsaron de la Unión de Jóvenes Comunistas.
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