El Movimiento San Isidro (MSI) publicó un video que evidencia la violencia aplicada por parte del régimen cubano al momento de allanar la sede del grupo, en la noche del 26 de noviembre. Cuando la policía política irrumpió en el lugar dentro se encontraban 14 personas, cinco de ellas en huelga de hambre.
El régimen entró con la excusa de que uno de los acuartelados, Carlos Manuel Álvarez, quien había ingresado al país procedente de EEUU, tenía que repetirse la prueba del COVID-19 porque, supuestamente, la que se había realizado antes presentaba irregularidades.
Según los oficiales, entraría a la sede un grupo de “médicos” que solo quería preservar la salud de los activistas y los vecinos.
Al ver que el grupo se negó rotundamente a permitirles la entrada, agentes de Seguridad el Estado entraron de manera violenta, rompiendo la puerta, vestidos como supuestos “profesionales de la salud”.
El video muestra como estos entran y detienen, de una manera agresiva y arbitraria, a todos lo que estaban en el interior de la sede, sin importarles las condiciones en las que se encontraban los opositores en huelga de hambre.
El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel aseguró en un acto de repudio a los manifestantes que a los activistas del MSI "no se les ha tocado un pelo". No mencionó la violencia explícita en el video, ni tampoco la vigilancia extrema a la que han sido sometidos los jóvenes activistas tras el allanamiento.