La salud del sacerdote yoruba Loreto Hernández García se deteriora en prisión, alertaron familiares este lunes a Radio Televisión Martí.
El religioso cumple siete años de condena en la cárcel de Guamajal, en Villa Clara, por su participación en las protestas populares del 11 de julio en el municipio de Placetas, por los presuntos delitos de desórdenes públicos, desacato, atentado y resistencia.
“Soy hermano de Loreto Hernández y recibí una comunicación donde él me explica que la comida que le están dando dentro, en la cárcel, le está haciendo daño, le provoca vómitos. Él padece de diabetes y, producto de la enfermedad, tiene los pies muy inflamados. Su salud se está deteriorando aún más y no hay medicamentos ni atención médica en esa prisión. Está caminado con mucha dificultad, casi arrastrándose”, dijo Yoleisi Sánchez, quien recibió una llamada telefónica del preso político desde el centro penitenciario.
Aseguró, además, estar muy preocupado por el rumbo que está tomando la salud de su hermano, y el deterioro que muestra.
“Él tiene 51 años de edad y, si no se le ofrece la atención médica que requiere, no tendrá una mejoría y puede morirse allí preso”, enfatizó.
Mientras tanto, Dayron Hernández Pérez, el hijo menor del preso político y vicepresidente de la Asociación Yorubas Libres de Cuba, está reclamando a las autoridades cubanas una licencia extrapenal para su padre, ante el delicado estado de salud en el que actualmente se encuentra.
“Yo, hijo del preso político Loreto Hernández García, exijo que se le brinde un tratamiento a mi padre en un centro de salud especializado. También estoy pidiendo una licencia extrapenal, y responsabilizo al régimen por su integridad física”, demandó.