Manuel Velázquez Licea, prisionero político condenado a seis años de privación de libertad por manifestarse pacíficamente en la zona de Batabanó, La Habana, durante el levantamiento popular del 11 de julio, ha logrado hacer pública una denuncia sobre múltiples episodios de maltratos y abusos contra los manifestantes detenidos en las protestas.
En una grabación, el opositor habla de la crueldad de la que fueron víctimas tanto él, como la también prisionera política Mailene Noguera Santiesteban durante el proceso de instrucción.
“Me llamo Manuel Velázquez Licea, presidente del Movimiento Opositores del 11 de julio por la Libertad. Estoy acusado de desorden público y de desacato; me echaron seis años”, dice la apresurada declaración del opositor.
Su relato explica en qué momento supo de las protestas y su decisión de incorporarse a ellas de inmediato: “Batabanó completo estaba en las calles”.
El opositor, recuerda que en la madrugada del 17 de julio, rodearon su vivienda con un operativo de los Boinas Negras, con armas largas y que cuando abrió la puerta, entraron “a la fuerza y la niña mía empezó a gritar”.
“El tratamiento de instrucción fue a base de golpizas, ahí en la prisión de San José. Eso es, como tipo de un secuestro que nos hicieron a nosotros. A mí me metieron en una celda donde me golpearon; una celda llena de excrementos, ahí una peste tremenda y estuve, desde el día 17, hasta el 29 de julio, que me trajeron para aquí, para la prisión de Quivicán, sin comunicación a mi familia…”, relata Velázquez.
“Esposado, me dieron golpes, me dieron por las costillas bastantes piñazos, cuando me tiraron en el piso, delante de la presa política Mailene Noguera, que también le dieron tremenda golpiza a ella, a los dos, a mí y a ella. Cuando me tiran en el piso, me caen a ‘patás’ y a piñazos”, denuncia.
“A las mujeres las arrastraban, como arrastraron a Mailene, por el pelo, las arrastraban para el otro pasillo (...) a mí y a Mailene nos llevaron juntos; a mí y a Mailene Noguera Santiesteban, nos esposaron, siempre andábamos ‘enshakirados’, para donde quiera que te sacaban, te sacaban con las ‘shakiras’.
“Y entonces, querían que, obligados, nosotros gritáramos “¡Viva Díaz-Canel!”, cuando nosotros decíamos que éramos opositores pacíficos y era “¡Abajo el régimen!”, lo único que les voceábamos era abajo el régimen y, mientras más decíamos “¡Abajo el régimen!”, más golpes nos daban”, asegura Velázquez Licea.
"Te mandaban a desnudar ahí, ante todo el mundo; desnudo, haciendo cuclillas y cuando te negabas, como nos negamos yo y Mailene Noguera, ahí mismo te daban por las costillas. Estaban los guardias y la Seguridad del Estado presenciando todas las golpizas que nos daban a mí y a Mailene Noguera Santiesteban, todo por orden de la Seguridad del Estado, que estaba presenciando eso ahí también”, afirma el opositor.
De acuerdo con Velázquez Licea, “la mayoría de los presos aquí tienen secuelas”, debido a la violencia desatada contra ellos durante los días de las detenciones y durante los procesos de instrucción.
“Ya no damos más, ya nosotros no podemos más con esta dictadura de Castro-Canel”, declara.
“Nosotros no fuimos pagados de nada ni de nadie […] No fue que nadie nos pagó”, aclara en respuesta a las acusaciones del régimen de que los opositores son "mercenarios" que responden a los Estados Unidos.
Respecto a los juicios, el prisionero político hace énfasis en que “no fueron justos para nada" y declara que es la misma Seguridad del Estado la que dicta las sentencias.
En su caso, asegura, hubo un solo testigo en su contra puesto por la Seguridad del Estado y tres a su favor que aseguraron lo contrario, tal y como se veía en los videos.
“Esos juicios ya era como si estuvieran hechos”, reiteró Velázquez Licea.
(Audio tomado del Facebook de Berta Soler, líder de las Damas de Blanco. Editado y publicado por Ángel Moya, opositor y ex prisionero político del "Grupo de los 75")