Enlaces de accesibilidad

Cuba: ¿cómo se diagnostica un virus en un sistema sanitario colapsado?


Cuerpo de Guardia del Hospital Pediátrico de Camagüey.
Cuerpo de Guardia del Hospital Pediátrico de Camagüey.

Sumario

  • La vigilancia epidemiológica en Cuba está comprometida debido a la desconfianza de los pacientes en el sistema de salud.
  • Esta causa, sumada al déficit de medios diagnósticos en policlínicos y hospitales, impide la diferenciación precisa entre enfermedades como dengue, chikungunya y leptospirosis.
  • El Ministerio de Salud Pública reportó 43.911 casos sospechosos con "síndrome febril inespecífico", pero la falta de confirmación por pruebas PCR limita la precisión de los diagnósticos.
Getting your Trinity Audio player ready...

En Cuba, la vigilancia epidemiológica es crucial debido a los ciclos de dolencias infecciosas que se suceden año tras año; pero, hoy en día, está comprometida porque los enfermos rehúyen los centros de salud por desconfianza en la eficacia del sistema, generando un vacío de información decisiva.

“La vigilancia epidemiológica es clave, pero, en estos momentos, se ve totalmente socavada porque los pacientes evitan los centros de salud por temor a la ineficacia, generando diagnósticos incompletos que impiden respuestas focalizadas y elevan la mortalidad por subestimación de casos graves”, dijo a Martí Noticias la doctora cubana asentada en España, Daily Coro, diplomada en urgencia y emergencia médica.

“Otro elemento a tener en cuenta es el gran déficit de medios diagnósticos, lo que hace que el ministerio recurra a protocolos sindrómicos que tienen muy baja especificidad. La diferenciación de las enfermedades se va a basar en heurísticas clínicas y epidemiológicas: los dolores retrorbitales intensos y signos hemorrágicos, como petequias o epístasis, se orientan a dengue; las artralgias simétricas incapacitantes, a chikungunya; las recaídas bifásicas, al oropouche; ictericia y más en pantorrillas a lectospirosis, muy frecuente luego de fenómenos naturales como los huracanes o ciclones; y náuseas con fatiga persistente a hepatitis viral”, pormenorizó Coro.

El Ministerio de Salud Pública (MINSAP) aseguró que el jueves, 27 de noviembre, cerró con un aproximado de 43.911 enfermos o sospechosos por síntomas sin confirmar, es decir, con "síndrome febril inespecífico”.

La viceministra del sector, Carilda Peña García, advirtió que esas son las personas que, a través de los servicios de salud- hospitales, consultorios médicos o policlínicos-pueden ser detectadas como enfermas porque la mayoría prefieren no ir al médico.

De acuerdo con la viceministra, los casos de chikungunya acumulados son 37.194, de ellos solo el 3% fueron confirmados por PCR.

El número real de muertes relacionadas con dengue, chikungunya y otros arbovirus no ha sido reconocido por las autoridades sanitarias cubanas.

El doctor avileño Reynaldo Verona Bonce explicó en Facebook que el chikungunya es de menos letalidad que el dengue, malaria, fiebre amarilla, nilo occidental, entre otros.

Aunque la mortalidad para ese virus es de solo un 0.1%, en la provincia Ciego de Ávila se ha disparado el promedio de fallecidos para 24 horas de manera progresiva: De una media de 12 a 14 decesos diarios, “hoy estamos a un ritmo de 34 en 24 horas”.

“La aparición de neumonías severas en muchos pacientes va en contra de la clínica de enfermedades transmitidas por un mosquito; así como la velocidad de trasmisión y propagación como crecimiento exponencial, que niegan la epidemiología de las arbovirosis”, señaló el Dr. Verona.

Pero, ¿cómo se hacen los diagnósticos?

“Las IGM probables de dengue que se envían al IPK no son confirmadas y este instituto no le explica nada a las provincias. No existe retroalimentación, el reporte se hace directamente al ministro. ¿Y por qué? ¿Cómo decir que es chikungunya? ¿Se hace algún test específico?”, cuestionó el galeno.

“¿Se hacen PCR?, sin eso no se puede diagnosticar ningún virus ni hacer diferenciales”.

“Las muertes por neumonías fulminantes, arritmias ventriculares, sangramientos a todos los niveles, tromboembolismos o IMA, son algunas de las causas de su elevada letalidad”. Lo que no es así en las arbovirosis comunes”, subrayó.

En la misma línea, la doctora Coro recalcó que "en un sistema de salud como el cubano, el diagnóstico de infecciones es un ejercicio de improvisación clínica bajo presión extrema. La exportación de profesionales médicos, que genera ganancia de miles de millones en divisas, ha dejado un vacío estructural en el sistema de salud primario y sistema de salud secundario”.

“Debido a la sobrecarga, no tan no solo por el aumento de casos infecciosos, sino también debido al déficit de los médicos, se van a priorizar las emergencias sobre evaluaciones específicas que son necesarias. Esto hace que un sistema que siempre se ha vendido al mundo como un sistema de salud preventivo, en la actualidad es totalmente reactivo, no preventivo”, puntualizó Coro.

Asimismo, fallan medidas de control como son la eliminación de criaderos, el uso de mosquiteros y repelentes y las fumigaciones, insuficientes debido a la carestía de insecticidas y combustibles.

Una doctora de la Unidad Principal de Urgencia de Palma Soriano, en Santiago de Cuba, que pidió no ser identificada, reiteró que, al menos en la zona oriental, los facultativos “no tienen PCR para decir que es chikungunya, aunque sí para dengue”.

“Por la clínica vamos sacando cuando se trata de chikungunya o cuando de dengue. Ambos tienen muchos síntomas similares, pero siempre hay algo que los diferencia”, dijo, a nuestra redacción.

El diagnóstico clínico es el proceso mediante el cual un profesional de la salud identifica una afección basándose en los signos y síntomas del paciente, su historia clínica y un examen físico.

La profesional santiaguera aclaró que, aunque no ha visto casos de leptospirosis, cólera u otras enfermedades infecciosas relacionadas con condiciones de saneamiento deficientes, no descarta que la suciedad y basura en las calles, unidas a la poca periodicidad en la distribución de agua a la población (lo que impide una higiene adecuada), pueda exacerbar estas u otras patologías.

Hace pocos días, el medio oficial Radio Angulo informó que la provincia Holguín “se encuentra bajo vigilancia sanitaria ante un posible aumento de contagios por leptospirosis, tras las inundaciones provocadas por el huracán Melissa”.

“Cuando llega el paciente, le hacemos la interrogación: ¿Cuántos días lleva con fiebre? ¿Cómo le empezó la fiebre? ¿Dónde vive? ¿Tiene animales en la casa? y nos vamos orientando”, detalló la médica santiaguera que pidió el anonimato.

“Cuando pensamos que puede tratarse de un caso de esto, lo mandamos para el hospital donde si hay reactivos para la investigación de leptospirosis. Aquí en cuerpo de guardia vemos el cuadro clínico, buscamos el tinte ictérico de la piel de la persona, la coloración de la mucosa amarilla, y le damos firmeza el diagnóstico con los análisis complementarios”.

Por otro lado, la galena palmera Milagros González señaló que “si los exámenes clínicos se hacen solamente a los pacientes que llegan al hospital, porque muchas personas nos quedamos en la casa, ¿cómo se va a determinar si existen o no, en un grado considerable, otras enfermedades infecciosas?

Al respecto, la doctora Coro agregó que, los fenómenos naturales que ocurrieron en la región oriental, traerán “un pico de epidemias como la leptospirosis, la hepatitis, las enfermedades diarreicas y, mucho cuidado, el cólera. Recordar la epidemia de cólera del año 2014, que los que dirigen el país escondieron”.

Además, “los arbovirus pueden producir hepatitis. El diagnóstico clínico es muy importante para la evolución del paciente y vemos que la sobrecarga de los profesionales puede desembocar en malos diagnósticos y aumentar los errores. La aproximación probabilística va a generar muchísimos errores”, enfatizó Coro.

En su parte del viernes, la viceministra de Salud restó relevancia a la peligrosa situación sanitaria que sufre el país, argumentando que el chikungunya se ha diseminado por todo el continente, y sin mencionar que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) afirmó que, hasta octubre de 2025, Cuba tenía la mayor incidencia de ese virus de las Américas.

La narrativa oficial continúa minimizando los brotes, perpetuando desigualdades, donde “las élites, los dirigentes del país, sí pueden acceder a hospitales con otras condiciones y a otros medios diagnósticos, además de tratamientos específicos, mientras el ciudadano común continúa enfrentando muchísimas deficiencias”, destacó Coro.

  • 16x9 Image

    Yolanda Huerga

    Yolanda Huerga nació en Bayamo, Granma, Cuba. Se graduó en Filología y Lingüística en la Universidad de Oriente en 1989. Durante casi 20 años trabajó en el sistema de bibliotecas públicas de la isla. En 2003, fundó junto a otras mujeres el movimiento Damas de Blanco, organización que recibió en 2005 el Premio a la Libertad de Conciencia Andrei Sakharov del Parlamento Europeo. En 2005 viajó a Estados Unidos junto su hijo y su esposo, el poeta y periodista Manuel Vázquez Portal, condenado a 18 años durante la Primavera Negra de Cuba. Desde 2008 trabaja en Miami, en la Oficina de Transmisiones a Cuba, como periodista de Radio Martí. Recibió en 2021 el Premio Burke a la Excelencia Periodística que otorga la Agencia de Estados Unidos para Medios Globales.

Foro

XS
SM
MD
LG