Decenas de residentes del poblado de Guairajal, en el municipio Mayarí, salieron este domingo a las calles para exigir el restablecimiento del servicio eléctrico, interrumpido desde hace más de 25 días, tras el paso del huracán Melissa por el oriente de Cuba.
Con carteles y consignas de "¡Queremos corriente!", mujeres con sus hijos en brazos y hombres de la comunidad denunciaron el abandono gubernamental y la falta de respuestas concretas a sus problemas.
"Queremos que se ocupen de este barrio, quieren desaparecerlo. Aquí habían 200 y pico de casas y no quedan 40", afirmó uno de los vecinos durante la protesta.
El manifestante añadió que no les queda otra opción que la protesta. "Todos los días hablamos con el delegado y on el presidente del Consejo [Popular] y nadie nos hace caso".
La situación en Guairajal refleja una crisis más amplia en el oriente cubano, donde miles de familias siguen sin electricidad ni agua potable casi un mes después del impacto del ciclón. Según reportes oficiales, más de 52 mil clientes permanecen sin servicio eléctrico en Holguín, y la recuperación completa depende de la sustitución de transformadores y reparaciones en circuitos dañados.
La manifestación en Guairajal se suma a una ola de protestas en varias localidades orientales, incluidas otras dos en asentamientos de Mayarí, una en Seboruco y otra en Pontezuela.
En Seboruco, vecinos salieron a la calle la semana pasada tras 23 días sin electricidad ni agua, denunciando que han tenido que consumir agua contaminada y sobrevivir en medio de la escasez de alimentos y atención médica. El servicio fue restablecido solo después de horas de presión popular. Mientras que en Pontezuela, decenas de personas golpearon calderos y exigieron soluciones tras semanas de apagón y escasez de agua. Las autoridades prometieron respuestas, pero la desconfianza persiste.
En la provincia de Guantánamo, en las comunidades de Maqueicito y Ho Chi Minh, decenas de personas protestaron a principios de noviembre por la falta de luz y agua. La manifestación de Maqueicito terminó con cuatro detenidos, fuerte presencia policial y cortes de internet para impedir la difusión de imágenes.
Los barrios santiagueros de Altamira y El Carmen bloquearon calles tras más de 20 días sin electricidad. Se denunciaron cobros abusivos de hasta 15 mil pesos para reconectar el servicio, lo que desató indignación y nuevas protestas, denunció el Instituto Cubano de Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP).
El huracán Melissa, que azotó el oriente cubano el 28 de octubre, dejó un saldo devastador: viviendas destruidas, cortes prolongados de electricidad y agua, y una crisis humanitaria que se agrava por la falta de alimentos y medicamentos. Mientras el gobierno asegura que la recuperación avanza, las protestas evidencian el creciente malestar social y la desesperación de comunidades que se sienten abandonadas.
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