El escritor cubano Cirilo Villaverde, nacido en Pinar del Río, en el Ingenio Santiago, en octubre de 1812, y muerto en Nueva York, en octubre de 1894, viene a cumplir el paradigma de los ilustres que en la isla han sido; paradigma de persecución, presidio y destierro; al punto que Villaverde, como la Avellaneda y Martí, viviera más tiempo en el extranjero suelo que dentro de Cuba; como si ese suelo, la sociedad sobre ese suelo, no resistiese el sello de los señeros y, en consecuencia, los deyectase.