Tres de las nueve familias que permanecieron por 16 días en el portal de un edificio en peligro de derrumbe en La Habana Vieja fueron reubicadas en antiguas oficinas, en Muralla y San Juan de Dios.
Hamaya Cuesta, quien residía en el inmueble ya demolido, en Zulueta 505 entre Monte y Dragones, dijo a Radio Martí que ahora están más seguros, pero la solución es temporal, según le han comunicado las autoridades.
El lugar “está bueno”, ya han podido conectar sus equipos electrodomésticos y “cada cual tiene su espacio”, pero no saben “hasta cuándo” podrán permanecer en el local, dijo Cuesta.
La joven se alegra de tener un refugio cercano a su residencia, “mejor que en un albergue lejos”, señaló.
En el antiguo edificio de tres pisos residían un total de 22 personas, entre ellas 3 menores de edad. El inmueble estaba considerado inhabitable desde 1989, y se encontraba apuntalado. El derrumbe parcial de dos apartamentos puso en alerta a sus habitantes, que decidieron mudarse a los portales aledaños por temor a que el techo se le viniese encima.
El fondo habitacional en Cuba es precario. Alrededor del 5% de las viviendas está en peligro de derrumbe, según un Informe sobre Derechos Sociales publicado en junio por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos.
Los derrumbes de viviendas y locales en mal estado pueden resultar fatales para sus habitantes y hasta para los transeúntes. Al menos cinco personas han perecido en la isla por esta causa en los últimos meses.
(A partir de un reporte de Ivette Pacheco para Radio Martí)