Activistas que se encuentran en la sede nacional de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) en Santiago de Cuba, se manifestaron horas después del allanamiento llevado a cabo este viernes en el lugar por agentes del régimen, y desde allí pidieron la libertad de su líder, José Daniel Ferrer.
Además, volvieron a pintar "Patria y Vida" en la fachada, palabras que fueron borradas por agentes policiales que participaron en el asalto. Así lo dijo a Radio Martí la activista Ada Ibis Ladrón de Guevara, quien además aseguró que el único detenido fue Ferrer, a quien sacaron por un lugar de difícil acceso.
En horas de la mañana, personas vestidas de civil derribaron la reja y allanaron la sede UNPACU, ubicada en el Reparto Altamira, de la capital santiaguera.
Ovidio Martín Castellanos, integrante de UNPACU, dijo a Radio Martí que las calles aledañas a la sede de la organización permanecen cerradas por un operativo policial, pero que algunos residentes del lugar lograron salir y llegar hasta su casa para avisarle de lo sucedido.
Martín Castellanos explicó que todo ocurrió en medio de un "gran operativo con tropas especiales, antimotines, guardias de prisiones, agentes de la policía política en motores y carros, cualquier cantidad".
Trajeron, además, carros grúas y de movimiento de tierra, prohibieron a los vecinos estar en la calle y cerraron la manzana al tránsito de vehículos y perosnas, mientras allanaban la vivienda de Ferrer y la sede de UNPACU, señaló el activista.
Según cuentan los vecinos que se comunicaron con el activista, los represores pintaron la fachada de la sede para borrar los carteles de "Patria Vida" y la "Marcha de los Girasoles", entre otros, que Ferrer había pintado en los muros.
Mientras, la hermana del líder de UNPACU, Ana Belkis Ferrer, residente en Estados Unidos, dijo en Twitter que una joven vio cuando agentes de la Seguridad del Estado se llevaban detenido a su hermano.
En otro tuit, Ana Belkis Ferrer publicó una foto de activistas reunidos frente a la sede de la organización, ahora pintada de rojo, y dijo que habían vuelto a colocar nuevos letreros en las paredes alusivos a la canción contestataria "Patria y Vida".
La sede de UNPACU y sus alrededores continuaban "bajo cerco policial", añadió.
Más temprano esta mañana, Ladrón de Guevara dijo a Radio Martí que su hijo, Ebert Luis Hidalgo, integrante de UNPACU, quien se encontraba en la sede cuando ocurrió el asalto, pudo hacerle una llamada telefónica y describir brevemente lo que estaba sucediendo.
"Nos llamó. Lo poco que pudo hablar fue para decirnos que estaban allanando la vivienda, que habían arrancado una de las rejas, y que las personas que estaban allanando estaban vestidas de civil", dijo la activista.
Los teléfonos de varios miembros de UNPACU permanecían "sin servicio", agregó Ladrón de Guevara.
La activista Katerine Mojena denunció en Twitter el asalto a la sede de la organización opositora, donde reside Ferrer junto a su esposa, la doctora Nelva Ismarays Ortega, y el bebé de ambos.
Agentes del régimen disfrazados de vendedores ambulantes acosaron a Ferrer el miércoles en la tarde. El líder de UNPACU dijo a Cubanet que los agentes “montaron una operación astuta, pero no les dio resultado”.
Según el opositor, los agentes lo agredieron mientras varias personas hacían fila frente a la sede en espera de alimentos y atención médica.
En el video que divulgó entonces Ferrer en Facebook, afirmó que "nadie va a parar la labor de la UNPACU", enfocada en defender los derechos humanos y dar ayuda a los más necesitados de la sociedad cubana.
Ferrer publicó en Twitter fotos de las lesiones causadas por sus agresores.
(Incluye reportes de Ivette Pacheco para Radio Martí)