El gobierno comunista cubano debe poner en libertad de forma inmediata e incondicional al preso de conciencia y periodista independiente cubano, Roberto Quiñones Haces, exigieron este miércoles las organizaciones ARTICLE 19, el Institute for War and Peace Reporting, IWPR, y Amnistía Internacional.
Quiñones, de 63 años, fue juzgado en 2019 y condenado a un año de prisión por “resistencia” y “desobediencia”, como consecuencia del ejercicio de su labor como periodista independiente.
“La condena de Roberto Quiñones no sólo es un ejemplo más de cómo opera la censura a periodistas independientes en Cuba, sino que busca generar miedo entre quienes defienden la libertad de expresión en el país y pone el riesgo el derecho de las personas a buscar y recibir información libremente. Reiteramos que ninguna persona periodista debería tener que decidir entre el silencio o la cárcel, y exigimos la liberación inmediata e incondicional de Roberto Quiñones”, declararon las organizaciones.
En abril de 2019, Quiñones reportaba para el diario digital Cubanet News los pormenores de un juicio que se llevaba a cabo en el Tribunal Municipal de Guantánamo, que se le seguía a una pareja de pastores evangélicos que decidió educar a sus hijos en su casa. Según el periodista, la Policía Nacional lo detuvo y lo golpeó. Como resultado, presentó una queja formal contra los policías.
Roberto Quiñones también alega que fue detenido arbitrariamente en ocasiones anteriores, ya en 2015.
En agosto de 2019, Roberto Quiñones fue declarado culpable de “resistencia” y “desobediencia” y condenado a un año de prisión. El 23 de agosto, un tribunal de apelación confirmó su condena, sin concederle una nueva audiencia oral.
El 11 de septiembre de 2019, Roberto Quiñones fue arrestado en Cienfuegos, Cuba y ha permanecido en prisión desde entonces.
Por décadas, Amnistía Internacional ha documentado cómo las disposiciones del Código Penal cubano, como la "resistencia" y la "desobediencia", han sido utilizadas para sofocar la libertad de expresión en Cuba. El encarcelamiento de Roberto Quiñones es otro ejemplo de una política de antigua data que ha continuado bajo la administración del designado dictador Miguel Díaz-Canel.