Activistas de derechos humanos impidieron el desalojo de cinco familias que levantaron en junio de este año unas viviendas improvisadas en el barrio del Caracatey, situado en la salida de Santa Clara, carretera a Manicaragua.
Yoel Bravo, líder del opositor Frente de Resistencia Cívica Orlando Zapata Tamayo, confirmó a Radio Televisión Martí que los activistas recibieron el aviso de las familias "de que los iban a desalojar, y nos presentamos este miércoles temprano en el lugar para apoyarlos".
Bravo y otros opositores fueron detenidos por la policía al llegar al lugar, y liberados horas después.
"Ellos vivían ahí porque era un área de pastoreo de ganado, abandonado hace años (...) y fuimos detenidos pero pudimos impedir la acción", celebró Bravo tras compartir un video en Facebook en el que una de las familias agradece la solidaridad.
Guillermo del Sol, periodista independiente que le ha dado seguimiento al caso, dijo que este miércoles les impusieron una multa por asentamiento ilegal, que sería la segunda este mes.
Según el instituto de Planificación Física, ahora el lugar es reconocido como local habitable, y eso los podría amparar del desalojo, señaló Del Sol.
Pero Arasay Santos, una de las mujeres que allí habita, dijo que no se siente confiada, y no descarta que en cualquier momento la desalojen.
Meses atrás las cinco familias se asentaron en ese potrero, perteneciente a la empresa de comunales, abandonado por años y sin cerca perimetral.
La mayoría son madres solteras y en el grupo hay cinco niños y dos adolescentes. Vivían en casas alquiladas, pero tuvieron que abandonar los arriendos por falta de dinero debido a la pandemia, detalló el comunicador.
Se vieron obligadas a componer un techo para vivir, y algunas de ellas esperan por un escalafón de viviendas que el gobierno prometió entregar a las madres con tres hijos o más, precisó Del Sol.
Santos compartió un video en el que agradeció la solidaridad de los opositores.