Ocho días lleva detenido el activista Yuselin Ferrera Espinoza, integrante de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) en la primera estación policial conocida como Micro-9, en Santiago de Cuba, donde podría haber casos de coronavirus.
Ferrera Espinoza permanece aislado, sin contacto con sus familiares, confirmó este lunes a Radio Martí el opositor Ovidio Martín Castellanos, coordinador nacional de UNPACU.
La madre del joven "está muy preocupada" porque "ha tenido información" sobre sospechas de casos de COVID-19 en esa unidad policial. En esos calabozos, subrayó el coordinador de UNPACU, "las condiciones son infrahumanas, hacinados unos encima de los otros".
Las autoridades no han dado una explicación razonable sobre la situación legal del activista, añadió Castellanos.
Según explicó Castellanos, el joven no cometió ningún delito que justifique su encarcelamiento, sino una manifestación pública de su descontento con las violaciones cometidas por la policía.
Ferrera Espinoza permanecía en los bajos de su edificio, en el reparto José Martí de Santiago de Cuba junto a un grupo de jóvenes cuando agentes de la policía arribaron al lugar y les pidieron identificación.
El activista dijo a los oficiales que iría a su apartamento a buscar el documento cuando estos "en forma descompuesta" lo detuvieron. Ferrera Espinoza respondió a la violencia policial con "consignas antigubernamentales".
El joven fue detenido y acusado de "atentado a la autoridad", una figura delectiva recurrente en los casos de arresto arbitrario de opositores en Cuba.