No fue un desaire sino puro protocolo el que impidió a Raúl Castro recibir en el aeropuerto de La Habana al presidente Barack Obama en marzo, según explicó la funcionaria que lidera el diálogo bilateral entre ambas naciones.
En entrevista con la televisora Al Mayadeen, difundida en YouTube, la directora de Estados Unidos en la Cancillería cubana, Josefina Vidal, ofreció una diplomática visión sobre la huella de Obama en Cuba.
Sus comentarios contrastan con las múltiples críticas oficiales que recibió Obama poco después de dejar La Habana en marzo.
El periodista pregunta acerca de la frialdad de la bienvenida a Obama. Vidal refutó que haya sido fría alegando que esa "interpretación" puede deberse "al hecho de que no se tiene mucha información sobre el protocolo que rige en Cuba para el tratamiento de las visitas oficiales".
El mandatario estadounidense fue recibido por el canciller Bruno Rodríguez, lo que provocó críticas a Castro dentro y fuera de la isla.
"Como norma, en Cuba, de acuerdo a nuestras reglas protocolares el Presidente no asiste al aeropuerto a dar la bienvenida a Jefes de Estado", respondió Vidal con absoluta parsimonia.
Al papa Franciso sí, a Obama no
A la vez, Vidal explicó la excepción de la regla que hizo Castro con la visita del papa Francisco, a quien recibió y despidió personalmente por tratarse de una "personalidad religiosa".
La funcionaria explicó que, incluso, si la visita no hubiera marchado bien, el protocolo cubano tampoco obligaría a Castro a despedir al ilustre visitante.
"En dependencia a cómo transcurra la visita, (dependerá) que el propio Presidente, como una cortesía, asista al aeropuerto", expuso.
Según la funcionaria, Obama fue respetuoso en su discurso.
"El no desconoció, todo lo contrario, él reconoció en su discurso las cosas que nosotros hemos hecho por el bien de los cubanos y por el bien de la humanidad".
Medios oficiales y funcionarios tuvieron fuertes críticas tras la alocución de Obama a la isla, que fue transmitida en vivo a la nación. Les habló de historia y del futuro que pueden construir ambos países por el bien de sus pueblos.
Hasta el cardenal Jaime Ortega contradijo la fórmula de Obama de olvidar el pasado para poder avanzar hacia el futuro.
Vidal da un giro a la visión oficial
"Vemos esta visita como un paso adicional que puede ayudar a impulsar el proceso bilateral que nosotros hemos comenzado. Yo creo que tuvo resultados satisfactorios para Cuba", dijo Vidal en una extensa entrevista de cerca de 50 minutos.
La edulcorada versión de Vidal, que desde hace 25 años estudia las relaciones entre los viejos enemigos, también contradice la rotunda crítica de su jefe, el canciller Bruno Rodríguez, quien catalogó de "ataque" el discurso que Obama dirigió a los cubanos.
"Yo creo que ambos reconocimos que hay resultados; que, aunque el camino es complejo, era necesario hacerlo en beneficio de los dos países", explicó.
No obstante, admitió que su Gobierno tiene grandes desafíos todavía.
"La batalla en lo adelante más que una batalla de una guerra caliente, es una batalla cultural; va a ser una guerra cultural, una guerra por el dominio de la mente de las personas, por el dominio de los corazones de las personas", sentenció Vidal.