Relatores especiales y grupos de trabajo de Naciones Unidas acusaron al gobierno cubano de perseguir la libertad religiosa, destruir templos y afectar la vida de personas seguidores de las diferentes denominaciones cristianas en el país.
Uno de los casos citados fue presentado en el mes de mayo por la organización Ayuda de Alcance a las Américas (OAA).
Se trata de la situación del pastor apostólico residente en Santiago de Cuba, Alain Toledano Valiente.
El religioso, junto a su familia y feligreses, ha sufrido por mucho tiempo el hostigamiento de la Seguridad del Estado por sus actividades religiosas, incluida la demolición de su templo.
De igual manera, el pastor ha sido detenido en varias oportunidades, está "regulado", una orden del gobierno que le impide salir al exterior, y actualmente tiene pendiente una causa judicial por el delito de enriquecimiento ilícito, por el que podría ser llevado a juicio.
Los relatores dieron un plazo de dos meses a las autoridades cubanas para dar respuesta, sin embargo en lo que va del mes de agosto, la policía política ha incrementado el acoso.
Periodistas comprometidos con el oficialismo que residen en el barrio de Toledano, bajo la protección de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en el distrito Micro Tres, reparto Abel Santamaría, en Santiago de Cuba, iniciaron coordinadamente una campaña en redes sociales, y también en lugares públicos de la zona, contra el religioso.
Entre las acciones figuran la aparición de carteles donde se denigra al líder de la iglesia Emanuel y su familia, que a jucio del pastor, tienen el propósito de erosionar la labor cristiana que está realizando.
Toledano, también presidente nacional del Ministerio Sendas de Justicia, pudo conocer que a dos comunicadoras recién graduadas que viven en la zona, una llamada Mailyn y la otra Jennifer, ambas miembros del grupo operativo, les ha dado esa “tarea revolucionaria”.
Este miércoles, Toledano Valiente sostuvo una conversación con las máximas autoridades policiales del Consejo Popular, a las que instó a "que tomen acción" para no permitir esta penosa situación, que no tiene fundamento alguno.
Las acciones no solo han afectado al pastor, "también a mis hijas, mi madre, mi esposa y mis hermanos", precisó.
"A mí me han acusado de violador, de drogadicto, de que maltrato a mujeres", agregó el pastor, quien considera que esa es la respuesta que ha dado el régimen a la ONU.
Toledano dijo que el aparato represivo y los miembros del gobierno son los únicos responsables de lo que le pueda ocurrir a él o cualquier miembro de su familia o feligreses.
El Departamento de Estado de EEUU, en su reporte anual de Libertad Religiosa, señaló que durante el año 2019 el régimen cubano intensificó la represión contra los líderes de las diferentes denominaciones religiosas en la isla.