El hospital Clínico Quirúrgico Celia Sánchez Manduley, ubicado en la ciudad de Manzanillo, provincia de Granma, enfrenta un deterioro generalizado, tanto estructural como en los servicios, dijo a Radio Martí el doctor Santiago Márquez Frías, que acaba de pasar en la institución varias semanas acompañando a un familiar con un delicado padecimiento.
Entre los problemas sobresale la falta de agua, tupiciones en los baños, salideros y escasa limpieza. "El hospital se encuentra muy deteriorado (...), una calamidad", comentó el galeno.
Por lo general los pacientes que entran al salón de operaciones "sus heridas se infectan" y hay que darles el alta con la incisión abierta, explicó el médico.
Los ingresados están expuestos a contraer escabiosis "porque la situación con los colchones es pésima", y no se desinfectan como debería hacerse, agregó.
La alimentación también es crítica, "existe una sola dieta para todos los pacientes, independientemente de la enfermedad que tengan". La dieta consiste en "el mal llamado caldo, aguado; arroz y un picadillo de soya", dijo Márquez Frías.
El faltante de medicamentos e instrumental también golpea a la institución, causando todo tipo de dificultades, agrega el especialista. "En la sala hay un solo termómetro, y cuando se rompen no los reponen", lo que hace difícil detectar cuando un paciente tiene fiebre.
El Celia Sánchez Manduley fue fundado el 11 de enero de 1981 por el fallecido dictador Fidel Castro, y tiene carácter provincial pese a no estar ubicado en el municipio cabecera. Es, además, un centro docente universitario, que "ha sido la cuna de la formación y preparación de los nuevos médicos, enfermeras y tecnólogos", señala la enciclopedia estatal EcuRed.